En este espacio la voz es suya. Aquí encontrarás la mirada del sumiso: sus dudas, sus emociones, su entrega y, en ocasiones, sus propios conflictos. No hablo Yo; habla él, aunque Yo a veces pueda hacer algún comentario al respecto.
Es un lugar donde muestra cómo vive la sumisión desde dentro, con una honestidad que solo aparece cuando alguien se permite hablar sin máscaras, cuando se sienten comprendidos y aceptados.
Un rincón para comprender mejor su mundo… y, quizá, para que cada lector se reconozca un poco en esas palabras.


















