Los que acompañan en los tiempos difíciles son los amigos, los que se preocupan por Mí saben cómo localizarme y dejarme un mensaje para preguntarme cómo me encuentro en estos días tan extraños, son sin duda las personas que piensan en Mí más allá de rol aunque nos hayamos conocido en el ambiente BDSM. Luego están los que me conocen por el rol, los que me sienten, aprecian, valoran y respetan porque soy Dómina. Me dejan mensajes de aliento por Twitter o por el blog. Una líneas, unas palabras deseando que me encuentre bien en estos momentos difíciles que todos estamos pasando. Eso es suficiente para saber que tras un blog, o tras unos perfiles en las redes sociales hay personas sintientes y empáticas. Ahora me toca a mí, después de estos días caóticos preguntar por vosotros. Por los que me leéis desde hace tiempo, por los que acabáis de llegar aquí. Espero que estéis bien, a todos os deseo lo mejor, ánimo y paciencia. Son días difíciles para todos y son días a veces para compartir o hablar y a veces para estar en silencio y reflexionar porque como ya dijo Bob Dylan «los tiempos están cambiando».
En estos días en que he permanecido en silencio desde el anuncio del Estado de Alerta me ha sorprendido que haya personas que me escriben por aquí como si no ocurriera nada en el mundo, como si este blog y La que escribe fuéramos una isla ajena a los vaivenes de la vida. Para ellos Yo, a modo de personaje semihumano o de autómata sin vida pareciera que me dedicara únicamente a estar 24 horas leyendo consultas de dudas y deseos aderezados con halagos espurios. Dispuesta a dedicar la única vida que tengo a estar de cháchara para ellos, con y por ellos. Están equivocados.
Sí, sí, por supuesto que tengo aquí abierto un modo de contacto, claro que a veces me interesan las cosas que me cuentan y, como bien saben, claro que contesto muchas dudas que me han consultado, en la medida en que soy capaz de responder. Hablo del momento presente, quizás un inicio de cortesía, de preocupación, de humanidad, no le iría mal a vuestras consultas y a la sociedad en general. Y, por supuesto, Yo no contesto a todo aquello que no considere que esté impregnado de educación y cortesía. Tal y como Yo trato exijo ser tratada. Y en estos momentos qué menos que tener un formalismo aún más evidente, incluso más exquisito.
Por eso, esta entrada va dedicada a Pedro Madrid. El sumiso exquisito.
Con Pedro hablo desde hace años, los que me seguís por twitter ya habéis visto que tenemos una relación bastante cercana. Pedro no es mío porque vive lejos, nos conocemos en persona por supuesto y hablamos casi diariamente. Lo aprecio sinceramente y es una bellísima persona. Si lo denomino exquisito es por su educación y su trato.
Hace pocos meses fui a unas cervezas o Munch aquí en Málaga y estuve cenando con una pareja encantadora y de prolija e interesante conversación y ella, que es sumisa de su marido, dijo algo que me llamó la atención, no porque lo dijera una sumisa, sino porque no es tan habitual que las personas reparen en esto y mucho menos que lo digan como ella lo expresó «las personas más interesantes que me he encontrado en el BDSM son sumisos». Esta sentencia, que podría ser matizada de muchas formas por muchas personas, siempre ha sido lo que Yo he pensado y lo que he dicho, incluso recuerdo hace años, cuando empecé a escribir sobre esto, haberlo argumentado. Haber explicado porqué esto era así. Porqué el sumiso me parecía tan interesante. Que lo sean para mí es lo lógico ¿no? puesto que soy Dominante, a mí lo que me gusta es el sumiso, así que debo sentir un evidente interés por ellos. Pero que se dé cuenta una mujer de otro rol con esa rotundidad fue lo que me llamó la atención. Y ahora, por favor, no me cuestionen con la idea de que hay personas interesantes en cualquier rol, por supuesto, pero ese no es el discurso que trato de construir. Yo estoy acercando la lupa de la observación al hombre sumiso, la acerco y la miro, porque me interesa, porque me resulta sencilla y llanamente fascinante.
Yo no trato de justificarme, en absoluto. Que me gusta Dominar es un hecho fuera de toda duda creo a estas alturas del blog, y lo que me gusta es Dominar a un tipo de persona concreta. Justo a este tipo de hombre que esa sumisa señala «son los más interesantes, los más sorprendentes, los que tienen mejor conversación» es el tipo de sumiso que las Dóminas llamamos «auténticos». Ella no lo denominaba así, sólo decía sumiso. Nosotras que estamos más habituadas a hablar con más gente sabemos que hay que aclarar este término de sumiso.
Estoy absolutamente convencida que muchísimas, una enormidad, de mujeres que se dicen dominantes, denominadas amas, diosas, mistress, y Yo qué sé cuántas cosas más, estarían en absoluto desacuerdo con esta idea que Yo intento verter en esta entrada porque para muchas de ellas el sumiso es poco más que escoria. Como ven nada más alejado de mi percepción. Preocupadas únicamente en darle al botón del cajero de la humillación para satisfacer sus ansias desmedidas por ganar dinero sin dar golpe. Sinceramente me produce una pena inmensa esa visión monetarista, cada vez más extendida y cutre, pero allá cada uno con las personas de las que se quiera rodear y tratar. Cada persona se siente con una consideración que es la que refleja, donde hay lodo sólo puedes enfangarte. Y aquí cierro esta opinión que muchos conocéis de sobra.
El verdadero sumiso es un caballero, como no podía ser de otra forma, es correcto, es elegante, sabe estar y aunque le cueste procura que no se le note el deseo, aunque le cueste mucho. No estoy hablando de que sea un hombre de tal o cual nivel económico, ni siquiera si tiene cultura o no. Hablo de un saber estar. De ser sumiso. De serlo con autenticidad y sin pose. De serlo siempre y cuando está en rol.
Cada mañana de esta etapa de confinamiento Pedro me saluda. Llevamos años hablando y ahora que estamos en este momento tan raro estamos más atentos. Siempre está en rol. Le ocurra lo que le ocurra en su vida privada siempre conserva la templanza. Siempre hablamos con protocolo aunque nos estemos preguntando por temas personales.
A muchas personas esto le cuesta trabajo de entender y en las redes muchísimo más. Observamos estrictamente el protocolo y no por eso nuestra conversación deja de ser fluida o cómplice. No por eso no nos reímos o bromeamos. Ambos nos respetamos y somos educados. Ambos fluimos con el protocolo porque lo tenemos asimilado y lo vemos necesario. Conducirse sabiendo que el carril por el que vamos es el mismo es lo que nos permite mostrarnos con naturalidad.
Y así empezó, con naturalidad. Cada vez que hablo con él sé que tras su exquisita educación y saber estar se siente sumiso y se siente excitado. Sé que no necesariamente esa excitación es sexual pero también sé que pasa a serlo si le hablara de la forma que él reconocería como Dominación. Si quiero él se pliega, si quiero él reacciona rápido. Nunca duda de su sitio, nunca se incomoda. Siempre está donde quiere estar que es sometido.
No es un pusilánime, en absoluto. Es un hombre fuerte y enérgico. Es un hombre seguro de sí mismo, capaz y eficaz tanto personal como profesionalmente. Es vanidoso y humilde. Es soberbio y sencillo. Es entregado.
Cuando se intenta hacer entender fuera del BDSM y a veces incluso dentro lo que es ser sumiso resulta complicado en ocasiones que se entienda que es aparte de una sexualidad es un estado mental, es una forma de ser. No tiene porqué ser una personalidad sumisa porque para muchos de ellos no es así, en cuanto a que le gobierne todos los aspectos de su vida, sino que es una parcialidad de su personalidad. Un matiz. Pedro cuando dialoga conmigo se relaja. Sabe que conmigo no tiene que fingir ser otra persona, no tiene que dar una imagen que a veces se le exige en el mundo vainilla. Conmigo, en ese nuestro momento de conversación Pedro es como es. Puede estar trabajando y conmigo mostrarse en su normalidad de sumiso. Porque para ambos eso es normal. No es una rareza, no es una enfermedad, no es una merma, no es una dificultad o tara psicológica infantil. Es su realidad de hombre hecho y derecho. No es menos, no es inferior, no es escoria. Es una persona maravillosa que siente que esa es su realidad. Una realidad que le resulta muchas veces frustrante porque su deseo de servir queda insatisfecho. Su deseo de entrega tan fuerte debe quedar siempre a la espera, día tras día mientras no encuentre Dueña a la que entregarse.
Y mientras tanto, nos acompañamos, nos entendemos, nos contamos. Y, lo más importante, está sin esperar nada. No busca una oportunidad, una sesión, no pretende sacar provecho, sabe que no debe esperar una sesión, una paja, un desahogo. Él está para servirme porque así es su naturaleza sumisa. En lo que Yo quiera. Me sirve estando para mí. ESO ES UN SUMISO
Buenas Señora; me alegra enormemente volverLe a leer, volverme a ver en Sus palabras. No hay día que no haya estado tentado de volverLe a escribir y desde que dijo que se retiraba unos días aun más pero algo me gritaba «no seas pesado». Me alegra aun más ver que dentro de lo duro que esta siendo para todos esta en buena compañia, aunque sea virtual.
A Sus pies
…no hay día que no haya estado tentado de volverLe a escribir y preguntar como se encuentra y desde que dijo que se retiraba unos días aun más … *
Espero que tú también te encuentres bien. Gracias por interesarte. Saludos
Buenos y nublados días. Antes que nada permítanos saludar a tod@s que desde sus casas contribuimos a que este confinamiento se acerque cada vez más a su final y dejemos de oír estas noticias y estadísticas de fallecimientos y contagios. ¡¡ RESISTIREMOS!!.
Bien, dicho esto queremos volver a comentar esta entrada tras un “parón” lógico y razonable al tener que adaptarnos a esta nueva forma de trabajar.
Es complicado hacer entender a quien nos considera “ enfermas”, “ tarados”, “raros”, etc. que ante todo somos PERSONAS con nuestros altibajos, nuestras preocupaciones, nuestros sentimientos como cualquier otra. ¿Qué creen, que estamos todos los días y en todo momento con el látigo, sin importarnos solo esto?. Nuestra relación es una forma de vida, no es un momento, una sesión. Vivimos nuestra condición porque nos hace sentirnos felices y nos completa como personas. Quienes no lo entienden así, que al menos respeten y desfoguen sus necesidades sin molestar y sin faltar.
Nosotros le diríamos a estos que podemos hablar sin insultar, sin malos modos, como cualquiera. Tanto un sumiso como una Ama amamos, sentimos y sabemos y exigimos respeto.
Una Ama no se dedica a insultar, despreciar y exigir en todo momento y cada vez que abre su boca. NO.
Un sumiso no está carente de personalidad, de carácter y no se pasa el día arrodillado ante su Ama. NO
Ambos, como personas que son, se complementan, se quieren, se preocupan por el otro y saben estar ahí cuando hay que estar. Esto es lo que les hace convivir y quererse, lo que les hace avanzar y hacerse como personas.
Respeto y admiración para tod@s que así lo entienden y apartemos a los “otros”, que por otra parte creemos que bastante desgracia tienen con no sentirse plenos y afortunados de vivir la vida como desearían.
Permítanos, sin conocerle, saludar a Pedro por su saber estar en momentos como este sin perder su condición y acordándose de los demás.
Saludos muy afectuoso de SEÑORA y jm{SEÑORA}
Buenos días, nublados como parece que nos toca esta extraña primavera. La idea generalizada de sumiso es muy fantasiosa. Muy porno. De esa manera lógicamente el sumiso puede estar lo que dure el clip de vídeo sufriendo torturas sin verse en ningún momento el montaje de las secuencias, las veces que se ha levantado, ido al baño, pedido que esperaran para recuperarse etc. La vida real es otra cosa. Eso de que se complementan, quieren y se preocupan por el otro no da morbo. Así que en eso ni piensan. Un Ama? Pues todo el rato de mala leche. Un sumiso? Pues arrodillado.
Qué falta de imaginación más grande tienen la mayoría.
Saludos, besos y mis respetos a SEÑORA
Buenas, llevo leyendo mucho sobre este mundo que me fascina, llevo años intentando conocerme como dominante, pero es frustrante ver cómo muchos hombres que se hacen llamar sumiso, realmente solo les llama el sexo duro y el morbo, estoy muy cansada, que ellos mismos ofrecen entregarse por completo y te das cuenta que es otro más igual, en mi carácter soy dominante de naturaleza, nací en n una familia los hombres son autoritarios, muy dominantes, etc y las mujeres totalmente sumisas en todos los aspectos, pero en mi ser no era posible serlo, en todas mis relaciones amorosas he sido dominante en todos los aspectos, pero nunca ha sido plena, es un vacío enorme que siento , he intentado unirme a grupos pero era más de los mismo, por lo cual directamente me retiraba, es la primera vez que leo un poco de su blog en la cuales estoy totalmente de acuerdo…. un saludo.
Encontrar una persona real que sea sumisa no es fácil. Tampoco lo es para ellos porque hay muchas mujeres que creen ser Dominantes y luego se vienen abajo en momentos delicados o intentan actuar para salvar los muebles. Que sea difícil no significa que sea imposible porque se puede. Es cuestión de estar algo alerta y tener paciencia.
Me alegra saber que te gusta el blog. Un saludo y gracias por comentar
ScheherezadeDom