Desde las redes y muchas páginas webs o foros, se nos da una visión muy romántica del Bdsm, incluso edulcorada, algo que no solemos ver en las páginas Femdom. Con esto no niego que pueda llegar a existir o producirse relaciones amorosas dentro de una inicial relación basada en la Dominación sumisión, (véase Las parejas Femdom) pero aunque exista esa particularidad, el amor, eso que no se puede definir con claridad, en sesión, el Dominante no debe tener compasión del sumiso.
Esto puede resultar duro o cruel leerlo, sin embargo, es lógico.
Si atendemos a la definición del diccionario de María Moliner leemos que compasión es: sentimiento de pena provocado por el padecimiento de otros, e impulso de aliviarlo, remediarlo o evitarlo. Si el Dominante sintiera compasión por el sumiso, durante las sesiones, no podría ni desarrollar sus fantasías y deseo de Dominación porque siempre su Yo compasivo atendería al sumiso y no se proporcionaría placer a sí mismo ni tampoco al sumiso, especialmente aquellos Dominantes con tendencias sádicas (caso aparte serían lo Daddys/Mammys).
Para no caer en la compasión se debe ser lo más consciente posible de cómo funciona la mente de un sumiso, su necesidad de entrega, de ser usado, de estar a la disposición del placer del Amo incluso por encima de su propio placer. Hay que adentrarse en su psicología para comprender que los verdaderos sumisos no piden compasión, a no ser que su tendencia sea la Dominación desde abajo
Que no deba producirse esa compasión no significa en absoluto que el Dominante no esté cuidando del sumiso durante toda la sesión, ese es un deber del Dominante y un derecho del sumiso, salvaguardar su integridad física y psíquica por encima de todo. El respeto de sus límites y las palabras de seguridad deben ser el garante de ello, siempre que no demos con personas que no sepan o no estén bien de la cabeza y acaben provocando un maltrato que para nada es Bdsm.
La compasión del Dominante debe quedar circunscrita al aftercare, únicamente, en ese momento debe actuar con absoluta compasión, cuidarlo, atenderlo, curarlo, escucharlo y hacer todo lo posible para que el sumiso restablezca el equilibrio de sus emociones y se restaure lo que haya afectado a su cuerpo, dando tiempo a que el flujo hormonal se normalice y se restablezca lo mejor posible dependiendo de la intensidad de la sesión.
Cada persona es un mundo y cada Dominante juega o se implica de formas muy distintas en función de las características particulares del propio Dominante y de la persona con la que juegue o con la que esté sesionando. A mi juicio, a más distanciamiento afectivo con el sumiso, durante la sesión, más claridad mental, más control de las propias emociones del Dominante, mejor rendimiento en la sesión. No digo que el Dominante se convierta en un autómata, en absoluto, pero no debe compadecerse sino mantener la cabeza fría. Esto le permite valorar el juego, cambiar dinámicas, prácticas, observar cómo evoluciona el sumiso en la sesión para que ambos se complementen de la manera más enriquecedora posible.
El sumiso/a a lo largo de la sesión va a generar una multiplicidad de respuestas físicas y emotivas hacia su Amo/a. Exista vínculo previo o se genere en el momento del juego o de la sesión el sumiso va a mover una enorme carga de sentimientos hacia quien lo Domina, no sólo por su necesidad, fantasía o deseo de sometimiento, sino por las propias reacciones hormonales que se desencadenan a partir de las distintas prácticas de la sesión. Por este motivo, hablan de entrega, dependencia o adoración. Esta puede ser puntual o continuada en el tiempo, más allá de la sesión propiamente dicha dependiendo del tipo de relación que exista.
El Amo/a también genera hacia el sumiso durante la sesión a modo de feedback emociones distintas aunque la racionalidad se imponga y deba imponerse. He hablado con bastantes sumisos varones que esperan sentir y ver el placer de la Ama en el momento de su entrega, que Una se autocontrole no implica que no pueda existir placer, tanto mental como físico.
Hay Dominantes (por supuesto tanto hombres como mujeres, subrayo en esta ocasión)con relaciones de pareja en la que esa pareja es sumisa que no se sienten con la capacidad de Dominarla, son compasivos con ella. De este modo el Dominante debe buscar sumisos fuera de la pareja y, a su vez, su pareja sumisa debe buscar un Amo. Puede resultar paradójico para personas que estén fuera del Bdsm este punto, incluso para bastantes que fantasean con la idea de pareja completa dentro de este ámbito el hecho de que en un momento de la relación al aparecer el amor, este dificulte la relación D/s. Esa es la complejidad de las relaciones humanas y su extraordinaria riqueza.
A mi juicio en el Femdom debe ser aún más acusado este distanciamiento emocional y esta carencia de compasión. Aquí ya entramos en temas de género que deben tomarse con la lógica salvedad personal de cada uno. Los sumisos tienden, la inmensa mayoría, a ser muy sexuales, las sumisas tienden a ser más emocionales. El sumiso va a esperar de la Ama más dureza, la sumisa más empatía. La Ama es la que debe regular su distanciamiento en función del tipo de sumiso al que somete, su experiencias previas en sumisión, su carácter, su género. Todo eso debería tenerse en cuenta para que cada uno pueda experimentar la Dominación con el máximo de desarrollo personal posible.
Es un escrito dirigido a Dominantes. Un sumiso puede experimentar amor, puede amar a su Ama (independientemente de que haya relación de pareja o no, sentimental o no, romantica o no) porque ese amor por su Ama va a ser el motor de su sumisión, y la amará sin esperar nada a cambio.
Yo puedo amar la música clásica o la comida italiana -pongo por caso y salvando las distancias- y por eso no voy a esperar que la comida italiaana o la musica clásica me amen a mi. Esto respecto al amor.
En cuanto a la compasión estoy totalmente de acuerdo con usted Señora. Y más en un entorno FemDom que yo enmarco solo en parte dentro del BDSM, pero no necesariamente.
Puede darse un entorno FemDom en un escenario doméstico sin el rito ni la parafernalia del BDSM.
Sobre la compasión le diré que soy esclavo de mi Adorada Dueña Dómina Samanta y conozco de primera mano esa sensación de falta de compasión de mi Ama por mi, pero no por eso la voy a amar menos ni voy a desear distanciarme ni fantasear con la carta de libertad, Señora, si no todo lo contario. Cada dia la actitud de mi Ama hacia mi me recuerda quién soy y que lugar ocupo y lo agradecido que debo estar por todo esto.
No sé porqué piensas que es un escrito dirigido únicamente a Dominante. Quizás sirva a algún sumiso a entender comportamientos de los Amos.
Respecto al tema del amor no hay mucho que decir, se siente y surge o no lo hace.
De todas formas hay personas que confunden entrega y dependencia con amor. A veces los límites de los sentimientos son difusos.
Gracias por comentar
Muy de acuerdo como siempre con usted. Es necesario que exista un conocimiento mutuo tanto como personas como en los roles Ama/sumiso.
El Ama debe meterse dentro del sumiso y conocerle. Como muy bien ha dicho usted «se debe ser lo más consciente posible de cómo funciona la mente de un sumiso, su necesidad de entrega, de ser usado, de estar a la disposición del placer del Amo incluso por encima de su propio placer. Hay que adentrarse en su psicología para comprender que los verdaderos sumisos no piden compasión». De igual manera un sumiso tiene la obligación de conocer hasta el más mínimo detalle todo lo que su Ama desea y le complace, sin cuestionarse nunca si todo eso es de su agrado, por algo es su sumiso.
Un sumiso al entregarse en propiedad a su Ama hace suyo todo lo referente a Ella, con placer, con satisfacción y alegría y aquí es donde su Ama deja de tener «compasión» por él, al conocerle y saber de su deseo de alcanzar la felicidad plena con su entrega y su dedicación.
Por eso me reitero que no existe el dolor ni la humillación entendida «tradicionalmente». Para mi cada bofetón, cada palmetazo con la pala, cada latigazo, es un grado más de satisfacción y felicidad para con Ella pues al recibirlos la estoy agradando, obedeciendo y complaciendo, que es mi objetivo al estar a su lado como su sumiso. Saludos y gracias.
Gracias a ti por tu certero comentario. Un saludo
Me parece un articulo mas que acertado. De echo, una relación BDSM puede tender a vainillizarse. El sumiso no recibe trato de sumiso, ni la parte dominante como dominante, y es entonces cuando se puede tener un amor increible por el otro, pero surge la necesidad de buscar otros sumisos/Amas/os generalmente exporádicos o no, que cubran ese vacio. Por eso en el caso de un 24/7 almenos en las sesiones hay que mantener lo mas puro posible ese sentimiento.
Cierto. En las relaciones donde se evoluciona hacia pareja hay que tener en cuenta que las sesiones son sesiones, es decir, que los roles se mantengan con claridad y sin ningún género de duda, si no será insatisfactorios para ambos y habrá que buscar soluciones externas, como hay parejas que lo hacen. En mi caso personal con mi pareja sumiso tenemos muy claro cuándo estamos en rol o cuándo estamos de igual a igual. En sesión siempre ocupa su lugar porque para ambos es necesario para que la relación siga funcionando.
Me parece un post la mar de interesante, ya que en él se pone de manifiesto una de las grandes dificultades que, a mi juicio, presenta una relación Femdom: mantener el equilibrio entre una relación afectiva y una relación D/s. O mejor dicho, conseguir no renunciar a ninguna de las dos. Por ello la Sra. ScheherazadeDom expresa la necesidad de establecer una frontera claramente definida entre ambas relaciones, sobre todo según el momento.
Me parece acertado, y lo comparto, que la Ama no tenga compasión del sumiso cuando se practique sesiones (para mí es tan sexo como cualquier otro). De eso va la D/s: de entrega abnegada. Dejarse hacer de todo lo que Ella quiera. Es su placer lo único qué importa, y son sus fantasías las que tienen que ser satisfechas. Ella tiene que tener total libertad para hacer lo que ella quiera hacer.
Es cierto que una relación afectiva se basa en el amor (por eso es afectiva), y el amor lleva a tener sentimientos de cuidado y protección de la persona amada, pero tampoco podemos dar la espalda a nuestra sexualidad y a los sentimientos que dimanan de ella. El sadismo es el disfrute con el dolor ajeno, en este caso el de la persona amada. Una vez conseguido salvar esa aparente incongruencia, no tendría por qué buscarse esas emociones fuera de la pareja (perdón por quizás aventurarme a emitir un juicio tal vez demasiado subjetivo, pero para mí significaría que la relación y lo que se pretende dentro de ella ha fracasado).
También creo que el hecho de que la Ama no muestre compasión con el sumiso no quiere decir (para mí son cosas paralelas, sin conexión) que ella no se deje llevar por la pasión. Hay que ser racional, sí, pero al fin y al cabo no deja de ser un acto sexual, y practicar sexo demanda pasión y también dejarse llevar por el momento aunque sea un poco. Se trata de placer sexual (en este caso, el placer del Ama), y todo acto sexual tiene como objetivo el éxtasis. Se pueden hacer sesiones asépticas y de pura aplicación de dolor, y sesiones más pasionales, más cercanas, que busquen la culminación sexual del Ama, sin tener que renunciar a la negación de la compasión.
Muchas gracias de nuevo Sra. por otro interesantísimo post.
Un saludo
blanco
Matizo:
Donde dice:
Me parece acertado, y lo comparto, que la Ama no tenga compasión del sumiso cuando se practique sesiones.
Debe decir:
Me parece acertado, y lo comparto, que la Ama no tenga por qué tener compasión del sumiso cuando se practique sesiones.
Más que nada porque, evidentemente, será lo que ella considere adecuado en cada momento.
Evidentemente