La Dominación desde abajo ocurre cuando un sumiso condiciona o intenta dominar al Dominante en una relación BDSM. Este fenómeno, más frecuente de lo que parece, puede manifestarse de diversas formas. Es crucial que ambas partes se conozcan mutuamente y establezcan límites claros para mantener una dinámica D/s saludable y equilibrada.

Por Dominación desde abajo se entiende que una persona sumisa dentro de los roles de D/s es la que condiciona, domina o la que lo intenta consciente o inconscientemente. Algo aparentemente absurdo pero no tanto, es algo mucho más frecuente de lo que parece, existen muchos tipos y cada persona lo vivirá a su manera. Pondré algunos ejemplos.

Uno de las bases del Bdsm es que el rol Dominante es el que dicta al sumiso lo que se hace en sesiones, juegos o en una relación más amplia. Eso, que debería ser así en Dominación/sumisión, no siempre es tan fácil ni tan inmediato, ni tan real.

En las redes sociales y cuando me tomo el tiempo para hablar con los sumisos, muchos de ellos tienen muy claro que su mayor satisfacción como sumiso es dar placer a su Ama, servirla, acomodarse a Ella. Su placer es el placer de Ella. Su voluntad es únicamente la voluntad de la Ama y depositan su obediencia a Sus pies. Eso así leído para una persona con rol Dominante es lo ideal y es con lo que la mayoría sueña. Luego, la realidad viene a ser otra.

Una relación de D/s viene a ser como bailar un vals, o se acompasan los movimientos o esto no deja de ser un desatino de pisotones. Lo primero es analizar si los gustos y deseos de ambos son comunes o incompatibles antes de iniciar una relación sea del tipo que sea. Tener la frialdad necesaria para conocerse sin prisas porque muchas urgencias llevan a situaciones incómodas para ambos.

El sumiso no es una persona pasiva, tiene sus gustos y sus preferencias, su carácter, sus deseos y sus fantasías, el Amo debe tomarse el tiempo para conocer todo esto y tenerlo en cuenta, además de conocer claramente los límites del sumiso y respetarlos. En ocasiones esos gustos del sumiso pueden condicionar al Dominante y, si no es así estrictamente, hay que tener en cuenta que puede limitar al propio Dominante, ese sería Dominación desde abajo en el caso de que no evolucione.

Para el Dominante es un tira y afloja, ir controlando la situación y marcando los tiempos de la relación hasta tener la máxima información posible del sumiso. De manera recíproca debe dejarse conocer, de esta forma el sumiso también indaga en el Dominante, para saber cómo satisfacerle, cómo poder lograr mejorar y darle lo que desea. Aunque sus gustos sean coincidentes cada persona es distinta y el sumiso debe amoldarse a los requerimientos del Dominante. Tanto si sus gustos coinciden como si hay cosas en que no pero ambos consideran que esa persona les gusta y merece la pena, el Dominante empieza a guiarlo y a moldearlo, llevándolo poco a poco a que acepte e incluso pueda llegar a disfrutar con algo que en principio pueda no gustarle. A eso se le denomina la educación del sumiso o la doma del sumiso.

Si el Dominante se esfuerza en conocer al sumiso éste también lo está haciendo simultáneamente y le va calibrando hasta poder, incluso, vislumbrar los puntos débiles del Dominante. Estos puntos débiles del Dominante no deben ser un perjuicio sino una virtud que nos humanice y que sepan de estos puntos débiles no implica que se nos manipule con ellos, otro tipo de Dominación desde abajo.

Hay que ganarse al sumiso. Ganar su respeto, su admiración para que se entregue, pero en mi opinión personal, la entrega total, esa tan fantaseada, en muy pocos casos llega a realizarse. Imaginemos que Yo tengo un sumiso al que obligo a hacer algo que no le gusta, sin ser un límite, pero le fuerzo una y otra vez a algo que no desea. A mí me da placer y él lo sabe. Si me lo he ganado, si es un verdadero sumiso y Yo he hecho bien mi labor de Ama me  complacerá, pero imaginemos que es el otro tipo de sumiso. En ese caso obligarle una y otra vez puede crear una fractura si no está bien llevado, si él no consiente podría suceder que el sumiso se rebele y que Yo pierda mi autoridad hacia él. En este caso el sumiso busca únicamente su propio placer, está ejerciendo la Dominación desde abajo.

El Dominante debe pensar y recapacitar una y otra vez por el camino a seguir para conseguir lo que quiere, dar tiempo y conversar mucho. Testar una y otra vez al sumiso y valorar si el Dominante queda expuesto con alguna petición, si es el momento adecuado y si el sumiso está preparado para ello. Todos los Dominantes, sensatos y coherentes, procuramos placer a nuestros sumisos pero eso no es estar a su servicio. Si el Dominante se pliega a esas maneras del sumiso, y accede únicamente al placer de éste, es el sumiso el que está dominando. ¿Que ambos se sienten a gusto con este tipo de relación? Perfecto, el Bdsm se adapta a las personas, no las personas al Bdsm.

8 comentarios en «La Dominación desde abajo»

  1. Es muy comun encontrar sumisos que dominan desde abajo. Estos me dan asco la verdad. Les da ordenes y lo hacen de mala ganas y luego se enfadan y hasta desaparecen, intentan vengarse… Muy pocos entienden lo que realmente es la sumision y entrega. Y cuanto a la manipulacion del sumiso hacia su ama es algo que siempre pasa, le cabe al dominant@ reprimir ese tipo de conducta y no dejar que se vuelva habitual. La dominacion desde abajo pasa mucho con las Dominatrix profesionales, ya que los sumisos elijen las practicas y ella es la que sirve al sumiso. Pero eso es algo que en cualquier relacion hay, y debe de ser corregida lo mas pronto posible, como les consienta mucho se acostumbran o se aburren. Siempre digo que cuanto mas me lo piden (directa o indirectamente) menos se lo doy. Hay otros que obedecen por el premio, y no para complacer, eso tambien me pone enferma. Pero hay que tener paciencia y moldear el sumiso poco a poco, el tambien tiene que poner de su parte y quererlo… Para eso estamos, para enseñarles a servir.

    1. Estamos para que tanto ellos como Nosotras estemos a gusto con lo que deseamos. Efectivamente la sumisión masculina es fundamentalmente sexual y fuera de ahí es labor de la Ama dirigir hacia lo que Ella quiera. Si el sumiso no acepta es decisión suya puesto que es libre y se le concede la libertad para que busque realmente lo que le llene. A mí los que buscan Amas únicamente para que Ellas cumplan su fantasía o su morbo, priorizando su placer al de Ella no los califico de sumisos sino de morbosos caraduras. De todo hay.

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