El Nacimiento de Miss_K: Una Dómina Sadomasoquista en Construcción
Buenos días, o buenas tardes, depende de cuando se lea esta entrada en forma colaborativa en este blog de esta gran Dama. Lo primero que procede es una presentación y allá vamos.
Quién soy? Esa es la primera pregunta que te asalta cuando quieres presentarte, la respuesta rápida y sencilla es : Miss_K, Domina y sadomasoquista. (que no switch, pero eso lo dejamos para otro escrito en este blog, porque los habrá si después de esta entrada me dejan)
Pero la verdad es que reducirse a esos tres términos me parece cuanto menos, poco sincero.
La respuesta más concreta aunque no la más corta es la siguiente; Miss_K es el resultado de años de crecimiento, experimentación, de idas y venidas, de caer y levantarse una y otra vez y vuelta a empezar en este gran mundo que es el BDSM.
“Quien no conoce su historia esta condenado a repetirla” esta famosa frase siempre ha sido un referente para mi, jamás he renegado de quien fui cuando aterrice en este mundo, ni de quien formó parte de mi crecimiento personal,
creo que debemos quienes somos para bien y para mal, a todo lo que forma parte de nuestro pasado y aunque hay que dejarlo atrás, nunca hay que renegar de ello. Yo empecé indagando en mis propios gustos, tuve la gran suerte de entrar de la mano de personas que ya llevaban cierto tiempo y eso me dio respuestas a preguntas muy básicas, pero el camino hay que recorrerlo solo, así que como a mi me gustaba el dolor y eran otras épocas y yo alguien que empezaba, me dijeron de buena fe: “eres sumisa” y yo para allá que fui, sin pruebas pero con pocas dudas (craso error) si, me gustaba el dolor, pero lo de obedecer lo llevaba regular, tirando a muy muy mal, nada me cuadraba pero tampoco me sentía mal en ese “papel”; Aquí tendría que haberme dado cuenta, estaba “interpretando” un papel, desde el corazón eso sí y sentido totalmente, pero no era mi lugar la sumisión, yo no “daba”, yo “buscaba” porque quería recibir de alguna forma lo que yo esperaba, que era dolor. Después de varios intentos fallidos y de varios errores de novata, me aparte un tiempo del mundillo, necesitaba sanar heridas, pero te apartas, nunca te vas del todo y en medio de toda esa tormenta, jugando un día con una amiga switch, salió mi parte Dominante, esa si salió como un remolino de mi interior, no estaba “interpretando” nada, ERA parte de mi, sin más, puro sentimiento naciendo de las entrañas así fue como descubrí cual era mi lugar, sintiéndolo desde lo más hondo. Después de digerir lo sucedido, llegó con el tiempo las segunda parte…el dolor, como me podía gustar el dolor, provocarlo si, soy sádica a esas alturas ya lo había descubierto también, pero a mi? Era switch? Tenía claro que no, pero nadie me había contado que podía gustarme recibir dolor sin “rol” mediante, sabía que el sadismo y el masoquismo existían, por supuesto, pero donde encajaba mi necesidad y/o gusto por el dolor en todo eso?
Poco a poco y tras charlas con otras personas que vivían lo mismo fui descubriendo el sadomasoquismo, el eterno escondido de este mundillo nuestro, que existe de forma independiente pero también puede acompañar a un rol determinado sin condicionarlo. “Si estás en sesión y te pica la necesidad de dolor, intégralo como parte Dominante, funciona” esa frase de un amigo mío me abrió el cielo, eso era lo que necesitaba, poder integrar ambos mundos en uno solo, darle forma a algo que no terminaba de encajar y que me estaba dando verdaderos quebraderos de cabeza y así, poco a poco fui dando forma a lo que me acontecía, como integrar mi masoquismo en mi ser, la clave estaba ahí, jugar con ello en sesión si tenía la necesidad de recibir dolor. Una forma era esa, hacer participe a la parte sumisa del propio juego sadomasoquista pero desde su sumisión, sin alterar eso, es decir, ordenarle que en un momento puntual y dentro de un marco, me provocara dolor a mi, revistiéndolo de cierto
hilo conductor que propiciara esa conducta, que no sintiera que es dolor por dolor, si no que formará parte de toda la escena que estaba sucediendo y funcionó, vamos que si funcionó, si eres capaz de redirigir a la parte sumisa
que en esos momentos está sumergida en lo que sucede, en esa historia que has montado alrededor de una sesión y en un momento dado ordenarle que te corte o que te azote (son solo ejemplos, hay mil formas) sin perder tu papel
Dominante, si no que lo haces integrándote en toda esa historia, al principio la parte sumisa queda descolocada, le da hasta cierto temor y/o reparo participar de forma activa, pero si con tu capacidad ya sea de charla o de actuación lo integras y lo hacen, automáticamente cuando ven tu reacción de disfrute y de compartir algo tan hondo y profundo, quedan cautivados por esa sensación y ese sentimiento que queda suspendido en el ambiente.
Otra forma era buscarlo de forma independiente al rol, es decir, jugar con alguien sadomasoquista y/o Dominante pero sin “roles” simplemente en una verticalidad redirigida, donde yo podía ejercer de bottom pero en un marco concreto y la otra persona ejercer de top respetando mi no sumisión, aceptando que el juego se limitaría a un marcó prácticamente horizontal, salvo excepciones. Eso también funcionó, buscando a la persona adecuada todo es posible y en casos puntuales donde o bien yo estoy sin sumiso o bien la persona sumisa no es capaz de entrar en ese juego, es una opción que no he descartado nunca, aunque todo sea dicho, la primera forma que he contado para mí es la más hermosa, la que más consigue crear un mundo donde ambas personas sienten una conexión que va más allá de una sesión “convencional” y donde los vínculos se refuerzan de una forma increíble, todo esto evidentemente si eres persona sadomasoquista y disfrutas tanto de dar como de recibir dolor. Así fue como poco a poco conseguí integrar dos mundos que parecen muy equidistantes en uno solo y disfrutar de ambos de forma homogénea.
Y ya para terminar y despedirme decir que solo tengo palabras de agradecimiento para esas personas que han formado parte de mi camino hasta hoy y para las que formarán parte de mi camino de ahora en adelante, porque
este mundo tan extenso que compartimos es un camino que nunca terminamos de recorrer y donde siempre estamos aprendido, evolucionando y creciendo.
Y esta es la historia de cómo nació Miss_K, Domina y sadomasoquista y como me denominó alguien una vez y le robe la frase; “productora indie de dolor”.
Gracias por haber llegado hasta aquí, sin las personas que leen, escribir no tiene tanto mérito
Interesante experiencia. A priori cuesta visualizar el rol de sumisión en esas lides; aunque a poco que aflora la imaginación, me encaja totalmente la escena de un sumiso de rodillas, con el rostro compungido y sujetando un instrumento de azote con las dos manos, al modo de los japoneses cuando entregan un regalo… Por la parte mental, me figuro que no sería un mandato fácil ni agradable de ejecutar para la mayoría de sumisos (para mí desde luego no lo sería), por lo que ciertamente parece ajustarse -de forma paradójica-, a una práctica más sin alterar en esencia la posición de los roles.
Imagino que habrá sumisos con quien no pueda conectar con esas peticiones, nos pasa a todas en realidad, de ahí la importancia de las conversaciones previas y los acuerdos. Saludos y gracias por tu comentario
Conocerse bien es crecer…😎
Cierto
Estas dos últimas minientrevistas son un verdadero regalo para los lectores. Muchas gracias por poder hacer posible su disfrute y por su esfuerzo por publicarlas.
Cierto, estas colaboraciones mejoran el blog. Muchas gracias por dejar tu comentario