Explora la complejidad del sadismo en el BDSM desde la perspectiva de una Dominante experimentada. Este artículo desmitifica conceptos erróneos, enfatiza la importancia del consentimiento y la responsabilidad, y ofrece una visión equilibrada sobre cómo se practica el sadismo de forma segura y ética en el contexto del BDSM.

Me veo en la necesidad de explicar el sadismo para una charla introductoria al BDSM que voy a dar próximamente y me sorprendo al ver que algo que puedo nombrar tanto, que tengo tan asumido en lo cotidiano e, incluso, normalizado, sea para tantas personas, lógicamente por otra parte, algo tan negativo, y con razón.

Aclarando Conceptos

Lo primero es aclarar que tener una tendencia sexual sádica no quiere decir que se sufra de trastorno sádico de la personalidad. Lo primero es una parafilia. Lo segundo es un problema más grave y de difícil o imposible tratamiento.

El Sadismo en el BDSM

Cuando en el BDSM se habla de sadismo se habla de sadismo con límites. Yo me considero una mujer sádica en el ámbito sexual lo que no se trasluce para nada en mi vida corriente y sólo dejo salir ese sadismo canalizado en mis sesiones y no en todas y no de la misma forma. Es un sadismo que Yo controlo, jamás se me va de las manos, incluso cuando pueda Yo estar es un nivel muy elevado de excitación y concentración, muy metida en mi rol.

Responsabilidad y Seguridad

Por supuesto, no todo el mundo es responsable, de ahí la prudencia que debe existir a la hora de citarse para jugar. Hay una máxima que jamás debe olvidarse: no se debe restringir los movimientos del sumiso en las primeras sesiones ni el sumiso debe permitirlo hasta que no conozca al Dominante en situaciones de excitación.

Consentimiento: La Línea Divisoria

Hay un línea muy difusa, para mucha gente que ve el BDSM desde fuera, pero muy clara respecto a que el BDSM sean malos tratos o se abuse de los sumisos. La diferencia es EL CONSENTIMIENTO. El sumiso consiente jugar o sesionar o estar con un Dominante que es sádico hasta los límites que ambos acuerden y esos acuerdos se van a mantener a raja tabla hasta que no haya posteriores conversaciones, evolucione la relación o se acabe.

Variaciones del Sadismo

En el caso de que el Dominante sea sádico puede disfrutar tanto con juegos en donde se produzca y genere dolor, como con la humillación, la denegación de orgasmos, la castidad, etc. Ya dependerá de los gustos personales para que el Dominante realice su sadismo y desarrolle esa faceta personal suya, porque el Dominante debe dejar que salga si siente que lo necesita.

Control y Límites

Puede existir el miedo a dejar salir el sadismo por la habituación. Pongo un ejemplo ¿Y si dejo salir mi vertiente sádica y cada vez para disfrutar necesito producir más daño o más humillación? Si eres una persona centrada y coherente, si tu sumiso/a te preocupa, si eres empático, tú mismo sabrás controlar ese sadismo dependiendo de la persona con la que juegues.

Conclusión

Así que lo mejor, siempre, es probar poco a poco. Y jamás olvidar que estamos con personas que luego salen de esa sesión y deben salir bien. Deben haber disfrutado, deben haberse sentido protegidos, cuidados, incluso con un Dominante sádico. Y tras la sesión el aftercare. Ese Dominante sádico se ocupará del sumiso para que vuelva poco a poco a la normalidad tras la dureza y la intensidad de la sesión a la que haya sido sometido.

4 comentarios en «El sadismo, la s del BDSM»

  1. Muy bien articulo. Creo que defines muy bien, el cuando el sadismo nos tiene a nosotros como juguete o cuando le tenemos a el. Lo cierto, es que en la mayoria de los casos, como pasaria con cualquier juguete, siempre buscamos aplicaciones nuevas o mayores intensidades.

    1. Sí, buscamos formas distintas, eso es cierto. Intentamos ser creativos de manera que obtengamos nuestra recompensa sádica aunque siempre garantizando la seguridad de quien tenemos en nuestras manos. Gracias por tu comentario, Jaime. Un saludo

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