La humillación en el BDSM es una herramienta compleja que busca desinhibir y ampliar la percepción sexual del sumiso, diferenciándose del maltrato. Aunque no siempre es erótica, es fundamental para sentir la dominación. Su uso adecuado requiere conocimiento y cuidado para evitar daños psicológicos.

Humillación Erótica vs. Humillación en el BDSM

Voy a manejar dos tipos de conceptos, para aclararnos en este tema tan complejo, dos tipos de humillación: la erótica y la humillación en el ámbito BDSM. La humillación BDSM puede englobar la anterior, pero voy a ir por partes. Analizando la primera llegaremos a entender la segunda. Para muchas personas, la humillación erótica entra en el ámbito de las parafilias por ser un fetichismo sexual si necesita esta práctica para excitarse o acrecienta la intensidad de su excitación. ¿Por qué fetichismo? Porque sin tener que ver con una actividad explícitamente sexual, quien desarrolla ese fetichismo de la humillación siente despertar su erotismo y su excitación sexual con prácticas que le resultan humillantes. Es por este motivo que a la humillación erótica se la considera una parafilia. Sentir placer por la humillación erótica no necesariamente implica que se esté dentro del BDSM, ni mucho menos; puede encuadrarse únicamente en sexo kink, pero lo que sí se puede afirmar de la humillación es que es uno de los pilares básicos del BDSM. El motivo por el que queda enlazado el sentimiento de vergüenza asociado a una excitación sexual no queda demasiado claro, del mismo modo que tampoco queda claro en la mayoría de los fetichismos. Lo que se denomina reducción del ego puede ser el origen de esta parafilia. Por reducción del ego, entendemos el quedar desprovistos de los prejuicios morales y realizar una transgresión de lo normativo impuesto desde el exterior y desde el interior de uno mismo para que el auténtico yo aparezca. Un yo sin prejuicios añadidos. El ego, desde el punto de vista de la psicología, es el conjunto de ideas y percepciones que un individuo tiene de sí mismo y que configuran su identidad como persona individual. El ego tiene unas defensas formadas por prejuicios educacionales y un comportamiento encaminado y dirigido a modelar no solo cómo se es sino cómo se cree que se debe ser en función de una normativa exterior. Si se eliminan estas defensas del ego, se anulan los prejuicios, y es posible llegar y liberar al auténtico yo. De este modo sería posible superar las inhibiciones sexuales.

La Humillación en el BDSM

¿Por qué explico esto? Porque me parece interesante saber cómo actúa la humillación desde el punto de vista psicológico. Entender que esta humillación tiene como objetivo procurar la desinhibición es todo lo opuesto a la humillación del maltrato. No se trata de degradar a la persona para herirla sino para ampliar su percepción y sus sensaciones. Esto también ocurre con la humillación dentro del BDSM.

¿Toda humillación es erótica en el BDSM? A mi juicio no, no toda. En absoluto. Es un giro más de tuerca. Es mucho más que sentir placer sexual, aunque puedan llegar a sentirlo, es sentirse sometido. El hecho tan simple dentro de la D/s del sumiso que espera desnudo y arrodillado ante el Ama puede ser experimentado por él como humillación sin necesidad de erotizarse, solo sentirse en disposición a ser dominado.

De nuevo subrayemos lo siguiente: en el BDSM, la humillación no se usa para dañar la autoestima, su finalidad no es herir psíquicamente, sino permitir sentir y descubrir aspectos de la sexualidad que pueden no verse a simple vista. Para algunas personas esta humillación les produce poder vivir la sumisión, de una forma más intensa, sin tantos prejuicios derivados de los parámetros de lo que creemos bueno o malo a partir de nuestra educación y las buenas formas normativas. Esta es la clave.

Para el Dominante, la humillación es llevar más allá a la persona que se nos somete, hacerle rebasar límites y fronteras, llegar a doblegarse como Nosotros deseamos que lo haga siempre siendo muy conscientes de hasta dónde podemos llegar y que siempre hay que avanzar con cuidado. No es lo mismo un sumiso con experiencia que se conoce muy bien en sesión, sabe de sus reacciones y sus respuestas a alguien con mala o nula experiencia.

Yo siempre, aunque pregunte límites y hable explícitamente sobre humillación, voy tanteando, poco a poco, viendo cómo la va asimilando y hay algunos que se funden como la mantequilla y otros que se quedan como una piedra, esa es la sabiduría del Ama, ese ir dejando que las gotas de humillación vayan calando en la psique del sumiso e ir viendo si lo moldean y lo favorecen o lo incomodan. Algunos no la han practicado o no han sentido nada especial, pero con el trato constante empiezan a favorecer la entrada y el calado y luego reconocen que la humillación es lo que, en buena medida, les engancha. El poder de la humillación bien infligida es muy fuerte.

Con la humillación a veces siento vergüenza, a veces orgullo, a veces ira, otras veces, simplemente sumisión máxima, dice Pedro Madrid.

Con la humillación puedo sentir hasta dónde es capaz de llevar mi voluntad el Ama. Hacerme tragar el orgullo. Contra más lejos me lleve, mejor. Es entrar en un estado mental de sumisión sin necesidad de sentir excitación sexual. Con la humillación el Ama pone de relieve su mente, su sadismo, su inteligencia, su voluntad, dice Carlitos.

Estos dos comentarios de dos sumisos expresan por sí solos cómo actúa la humillación dentro del ámbito FEMDOM. Aunque cada sumiso siente de forma diferente cada práctica, estos me parecen buenos ejemplos para aproximarnos al sentimiento del sometido. No necesariamente necesitan erotizarse con la humillación, como sería el caso de la humillación erótica, sino que la necesitan para sentir la Dominación con mayor intensidad.

Dentro de este mundo las Amas tenemos la fama de ser muy duras y de usar de forma más implacable la humillación por encima del resto del BDSM. En parte es cierto. Si observamos comentarios de Dóminas y Amas vemos continuamente este trato humillante en las redes. Muchos con este trato se sienten agredidos y ofendidos y es lógico. Si se ve desde fuera no se entiende. Especialmente a aquellas que sobreactúan.

No todas las Amas actuamos de la misma forma. Algunas lo hacen porque saben que a la mayoría de los sumisos esa humillación les gusta. Algo que puede resultar inexplicable pero que en muchos casos es así.

Para finalizar, un recordatorio: la humillación es un arma de doble filo. Por un lado, no todos sienten humillación por los mismos motivos y, por otro, una humillación mal empleada puede producir un efecto negativo en la psique del sumiso. El dolor psíquico puede dejar una huella permanente en él, mucho más que los latigazos que tarde o temprano desaparecerán de la piel.

Dimensiones psicológicas de la entrega masoquista. Dorothy C. Hayden. Trad Guillermo García. Cuadernos de BDSM nº 6, pp. 49-55

Parafilias: Humillación erótica (V)

http://www.bdsmrevista.com/2015/05/03/la-humillacion-erotica/

18 comentarios en «La humillación»

  1. Chapó por este artículo. Creo que analizas muy bien el echo de la humillación. Me encanta como rescatas la humillación como práctica insana, y la llevas al terreno de lo «productivo» y lúdico.

    1. Gracias Jaime. Creo que la humillación bien llevada puede ser algo muy eficaz para que el sumiso se descubra. Descubra cosas de él inexploradas de ahí la importancia de dar con un Dominante paciente, empático y con conocimiento de psicología humana. Si no puede ser un desastre para ambos.

  2. Hola nuevamente a este su maravilloso Blog. Encantados de poder compartir opiniones con usted.
    Una cuestión, «la humillación» es algo muy fácil de definir pero muy difícil de entender como práctica que engrandece una relación femdom.
    La humillación llevada a cabo por una Ama sobre su sumiso es algo a nuestro juicio necesaria como medio de despojarle de prejuicios, formas de pensar y condicionantes sociales y de este modo hacerle más libre de todo y por ende que su entrega sea cada vez más plena y total. La aceptación por parte del sumiso implica un grado de confianza total en su Dueña.
    Pensamos que esta humillación surte el efecto deseado cuando es la Ama la que la ejerce como muestra de su dominio y como forma de eliminar límites de su sumiso.
    En una relación femdom, como en cualquier otra, se tiende a avanzar, a construir y a consolidarla entre los dos miembros de la misma. Se pretende que no existan límites y de ahí la grandeza de este tipo de relaciones.
    En nuestra relación, yo como sumiso suyo acepto sus formas de humillación como demostración de obediencia y sumisión, haciéndole sentir cada día más mi entrega como sumiso suyo.
    En una relación femdom la humillación no trata de «humillar» al sumiso en el sentido literal de la palabra sino hacerle ver y sentir su rol en la relación, su entrega a su Ama y su obediencia ciega por encima de todo, simplemente por provenir dicha humillación de su Ama y Dueña.
    Por supuesto que en este tema siempre resaltamos el amor que se profesan ambos y lo que ello implica en el saber humillar y en el como hacerlo, por parte del Ama, respetándolo como persona al conocerlo profundamente.
    También hay que señalar que esta práctica es llevada a cabo como fantasía que contribuye a elevar el grado de excitación de los participantes.
    Por último diremos que este tema es importante y se presta a tratarlo en sucesivas entradas, si lo ve conveniente, claro.
    Un saludo muy afectuoso de mi Ama y Señora y mío también.

    1. Buenos días. La humillación es algo realmente complejo. Lo que yo veo es que muchas personas creen que la humillación es básicamente en decirle unos insultos al sumiso y ahí se acaba todo, cuando es algo mucho más rico y también complicado. Incluso peligroso. Un insulto fuera de contexto puede herir sobremanera, una humillación realizada en el momento oportuno puede permitirle trascender su realidad. Como todo es cuestión de inteligencia y aprendizaje.
      Un saludo y, de nuevo, gracias por tu comentario. Mis respetos a tu Ama.

      1. Buenos y lluviosos días. Gracias por su respuesta y añadir que para los que vivimos una relación femdom sabemos que hay que tener la cabeza muy bien “amueblada” para que cualquier práctica llevada a cabo suponga un placer para el Ama, al poder llevarla a cabo en libertad y una satisfacción para su sumiso al aceptarla por provenir de su Ama y Dueña a quie se ha entregado por decisión propia.
        Así pues para humillar al sumiso hay que conocerle y saber como hacerlo. Esos insultos y esos desprecios a los que usted se refiere tienen cabida, como no, como forma de humillarle pero para ello ha de haber previamente una “comunión” entre Ama y sumiso que posibilite que esa humillación les sea satisfactoria y placentera a ambos.
        Saludos cordiales de mi Ama y mío.

        1. Esa comunión como bien le dices es mucho más que cuatro insultos por las redes. A eso se llega lentamente y con mucho conocimiento de la otra persona. Así es como verdaderamente la Humillación llega a ser algo eficaz y catártica.

  3. Con la humillación me siento, mientras se produce, como esa marioneta que en ese instante es controlada de la forma más total y absoluta. Sufro,gozo y sé que no soy nada en ese justo momento que lo soy todo, ya que toda la atención de la Ama está centrada en mi,en esos instantes.

  4. Me ha encantado su exposición, excelente, y la división que establece. A mí me encanta ser humillado y a veces hasta siento placer sexual, por lo que entraría dentro de la Humillación erótica de la que habla; pero también y sobre todo refuerza mi sentimiento de inferioridad respecto a la D y mi humildad.
    Cuando D y s comparten el gusto por la humillación y la practican es algo increÍblemente poderoso y genial, pero, como dice, hay que utilizarla con cuidado. Mi Ama la practica con tanto ingenio y sadismo que a veces hasta me hace reír y la vez que siento la humillación.
    Es extraño que ahora me guste tanto cuando de adolescente uno de mis mayores temores era que las chicas, mis compañeras de clase, se rieran de mí. Misterios.

    1. Así es, cuando somos adolescentes nos avergonzamos de casi todo, algunos de esos pudores más tarde descubrimos que están directa o indirectamente relacionados con la sexualidad, como cuando enrojecemos cuando nos mira alguien que nos gusta o bajamos la mirada cuando nos habla. La humillación es un ámbito que se enreda con la sexualidad, con el morbo, y saber disfrutarla y jugar con ella es otra de las cosas que descubrimos con el BDSM. Una parcela que de mano de alguien intuitivo e inteligente puede aportar mucho placer para ambas partes o mucho sufrimiento si no se sabe aplicar bien (también lo he visto). Gracias por tu comentario.

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