Fetichista maduro

EL BDSM en la madurez

El BDSM no termina con la edad, solo se transforma. En la madurez, Dominantes y sumisos descubren nuevas formas de placer, adaptando las prácticas a su cuerpo y su salud. En este artículo encontrarás consejos prácticos para seguir disfrutando de sesiones intensas, seguras y llenas de autenticidad.

Esta entrada forma parte de la serie «BDSM en la Madurez«, donde voy explorando los aspectos únicos de las dinámicas de poder en etapas posteriores de la vida. Tras analizar las consideraciones generales hoy comienzo analizando los aspectos específicos en la Mujer Dominante.

Reducción hormonal y efectos en la mujer dominante

Es indiscutible que en la madurez la reducción hormonal juega en contra de todos pero de manera más significativa en las mujeres con la llegada de la menopausia. Los estrógenos van disminuyendo con cierta brusquedad hasta que desaparecen del organismo femenino dejando un montón de síntomas incómodos y, en ocasiones, desconcertantes que necesitan de un período de adaptación. Existe la recomendación generalizada por parte de los ginecólogos del uso de terapia hormonal sustitutiva  a base de estrógenos y progestágenos, o de otras opciones no hormonales, para evitar las incomodidades que entraña esta pérdida. Y, aunque recurra a cualquiera de estas opciones, la mujer va a necesitar de un proceso de autoreconocimiento muy importante de llevar a cabo con serenidad, tiempo y adaptación.

No soy ginecóloga pero cualquiera que haya pasado por la perimenopausia o la menopausia propiamente dicha, tenga la edad que tenga, puesto que no tiene relación directa con una edad concreta, reconoce los síntomas y sus incomodidades. De ahí que en esta entrada hable de estos consejos enfocados a la Mujer Dominante, aunque cualquier mujer deberá enfrentarse a estos cambios tenga el rol que tenga.

La mujer Dominante debe aprender a respetar sus propios tiempos en sesión ya que la respuesta hormonal será más lenta. Necesitará probablemente más tiempo también para activarse tanto física como psicológicamente, para responder a los estímulos y el feedback de la pareja de juegos. Es probable que también necesite más espacio de recuperación entre sesiones tanto si ha funcionado como si no porque el proceso de recuperación de la líbido puede ser más lento.

Todos estos factores le pueden permitir hacer sesiones diferentes a las que haya podido tener con anterioridad, donde quizás el aspecto psicológico o mental adquiera más relevancia y deje atrás las expectativas de «cumplir» con algo autoimpuesto basado en una imagen idealizada generada por lo visto en la web y las redes.

Cambios en la respuesta sexual femenina

Cuando la Dominante decide incluir penetración o relaciones sexuales completas en la sesión, debe considerar especialmente la sequedad vaginal. Este cambio puede generar frustración en ambos porque no es indicativo de falta de deseo, sino una consecuencia directa de la reducción hormonal que acompaña a la menopausia y que, hasta ese momento, había facilitado la lubricación natural sin que fuéramos conscientes de ello.

Para este tema lo mejor, desde luego, es la obligada visita al ginecólogo que es el que mejor puede indicar lubricantes e hidratantes tanto para la zona externa como para la interna. Hay que tener en cuenta si el sabor de esos lubricantes coincide con el gusto de la persona con quien se juega. Esto me parece muy importante, no vaya a ser que después de una sesión bien currada decidamos incluir un facesitting y veamos a nuestro sumiso mostrando incomodidad, no por nosotras sino por el sabor del producto que hemos elegido.

Actualmente en el mercado hay una amplia gama de opciones para este tema. Es cuestión de probar con paciencia hasta encontrar el producto que funcione mejor para ambos, tanto en efectividad como en comodidad.

Aunque usemos lubricante hay también cambios fisiológicos que externamente puedan resultar imperceptibles pero que Nosotras notamos porque conocemos nuestro cuerpo. Cambios de sensibilidad en clítoris y vagina, alteraciones en las sensaciones de los labios de la vulva. Todo esto nos debe hacer ser más resilientes, creativas y sinceras. Más valientes a la hora de expresar nuestra incomodidad y adaptar los juegos a como nos vayamos sintiendo.

Adaptaciones físicas para juegos de impacto

Los cambios físicos propios del envejecimiento tienen un impacto directo en prácticas como el spank. Conforme envejecemos se produce una pérdida gradual de masa muscular, una mayor rigidez articular, especialmente en manos, muñecas y hombros, una disminución de la densidad ósea y un mayor tiempo de recuperación para el esfuerzo físico.

De todo esto destaco especialmente cómo el desarrollo de artrosis en manos y muñecas puede dificultar el agarre de los implementos y afectar a la precisión. Los hombros también se resienten: la limitación de esta articulación reduce el rango de movimientos para golpes amplios, la capacidad para sostener implementos pesados como palas de madera o floggers grandes, y se resienten antes con la repetición de impactos en la misma posición.

Los hombros en el spank se ven especialmente afectados debido a las características de esta articulación. A diferencia de otras más estables, el hombro es una articulación de gran movilidad pero poca estabilidad natural, que depende principalmente de músculos pequeños (el manguito rotador) y ligamentos para mantenerse en posición. Cada impacto genera pequeñas tensiones que, al repetirse sin tiempo de recuperación, van acumulándose en forma de microtraumatismos. Además, estos músculos estabilizadores se fatigan rápidamente, y cuando esto ocurre, otras estructuras como tendones y ligamentos deben compensar esa falta de soporte, sobrecargándose. Con la edad, esta capacidad de reparación y recuperación se reduce, por lo que la inflamación y el dolor aparecen antes y tardan más en resolverse.

Para esto, mi recomendación es, lo primero, calentar un poco con estiramientos. Sé que quizás no lo hayamos hecho antes porque nunca nos hizo falta, pero hay que adaptarse a la edad y a las condiciones físicas con las que nos vayamos encontrando. Usar instrumentos donde el peso sea mínimo: floggers de peso reducido y pequeño tamaño, fustas flexibles que requieren un recorrido corto, o mis favoritas: las varas, máximo rendimiento con mínimo esfuerzo. En cuanto al látigo, yo tengo uno corto y muy manejable que me permite, con estabilidad de posicionamiento, un mínimo recorrido de brazo.

A mí, que siempre me gustó azotar con la mano, ya no me parece buena idea. Tengo que priorizar la salud y mi bienestar físico más allá de una sesión.

Por supuesto la colocación del bottom o del sumiso es primordial, debe estar colocado de manera que el hombro de la Dómina se encuentre en la posición natural más cómoda sin someter a tensión excesiva ni al músculo piramidal ni a los pectorales.

BDSM y FemDom en la madurez: una etapa de plenitud

Con estas pinceladas no trato de desanimar a la práctica del BDSM, sino que trato de hacer hincapié en la responsabilidad de los participantes de la sesión no solo, por supuesto con un juego entre personas mayores, sino en cualquiera de los casos en que se practique el BDSM. Es determinante para una práctica segura ser absolutamente honestos consigo mismos y con la persona con la que se va a jugar. Valorar riesgos más allá del morbo, priorizar la parte psicológica por encima de la física.

Para Nosotras, las Dominantes, la madurez nos abre un abanico de posibilidades creativas. Podemos desarrollar juegos más sofisticados de control psicológico, explorar la humillación desde una perspectiva más sutil y profunda, y buscar formas de dominación que desplieguen nuestro verdadero potencial, más allá de las prácticas estereotipadas que abundan en las redes sociales.

La edad no tiene porqué limitarnos sino que tenemos que verlo como un nuevo periodo de liberación para ser las Dominantes que realmente somos, sin máscaras ni actuaciones, auténticas.

Si le apetece seguir leyendo a través de esta serie sobre el BDSM en la madurez, la siguiente entrada abordo la perspectiva del sumiso mayor. Espero que le guste.

ScheherezadeDom

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Tras la huella de una Dómina
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