Descubre la importancia del protocolo BDSM en la comunicación entre Dominantes y sumisos. Aprende sobre el trato adecuado, fórmulas de cortesía y cómo establecer una relación respetuosa. Este artículo explora los matices del protocolo y su papel en el desarrollo de dinámicas D/s efectivas.

Introducción al Protocolo BDSM

Una vez asentadas las bases de la entrada anterior respecto a la pertinencia del protocolo; lógicamente, siempre queda a juicio de uno si utilizarlo o no. Yo lo recomiendo.

La Relevancia del Protocolo BDSM

El protocolo BDSM no es complicado de entender, pero su uso queda a criterio personal. Sin embargo, es altamente recomendable por varias razones:

  1. Facilita la comunicación
  2. Establece claramente los roles
  3. Demuestra respeto y conocimiento

La Importancia de la Comunicación

Algunos sumisos, al iniciar una conversación, preguntan por el trato después del saludo: «¿prefiere que la llame de Ud. y qué tratamiento prefiere, Señora, Ama, Dómina?» Ante esto, una extrae la información de que esa persona tiene conocimientos y ha leído, se ha formado o ha sido educado por alguna Ama, lo que puede facilitar bastante la comunicación, que es de lo que se trata. Lo más importante es la comunicación, si no, ¿qué utilidad real tienen las redes sociales?

Dificultades en la Comunicación

Otro caso es cuando el sumiso empieza con el tuteo. Una se informa de si es sumiso y él afirma. Se le recomienda que pase al trato de Ud. puesto que a mí me gusta el protocolo. Esa advertencia o deseo por mi parte queda desatendida, argumentando que él solo empleará el protocolo únicamente cuando la Dómina se lo merezca. ¿Qué demuestra el sumiso en este caso? Que tiene dificultades en entender y aceptar los deseos de la Dominante, así de claro y rápido. Tarde o temprano se entra en conflicto con alguien así. ¿El motivo? Que no sabemos qué es «merecer» para esos sumisos. ¿Cómo puede quedar de manifiesto eso que requieren? ¿Cómo llega Una a «merecer»? A través de innumerables conversaciones, evidentemente que para ellos deben ser de tú. ¿Tengo yo que adaptarme al sumiso? Pues no. Así que de esta forma entenderse es complicado, por no decir imposible.

Reglas y Normas

Por supuesto, me tomo mi tiempo en explicarlo y si no ceden, pues no hay nada que hacer. Los que estéis en esa situación, pensad: ¿quién pone las reglas? ¿El sumiso? ¿Para eso eres sumiso? ¿Para liderar y condicionar las conversaciones? Seguro que no. Porque si eso es así, deberías replantearte qué tipo de sumiso eres en el caso de que lo fueras en realidad. ¿De verdad es necesario iniciar unas conversaciones con un pulso con la Dómina? A no ser que a Ella le resultes divertido, lo más probable es que pase al siguiente. Piensa y elige si la dignidad no debes expresarla por otros derroteros que la confrontación en algo tan básico como el protocolo.

Denominaciones y Títulos

Si la Dómina con la que entablas conversación tiene un sumiso en propiedad, es Ama. Hay bastantes Dóminas que les gusta que se les llame Amas sin tener sumiso, eso es gusto personal, puesto que el Dominante solo es Amo si tiene sumiso o esclavo. Por eso, el que te informes cómo quieren Ellas ser denominadas es una buena forma de empezar una conversación. Yo particularmente prefiero ser llamada Señora. Por supuesto, lo de Diosa no me lo creo, por mucho que vosotros insistáis en ese término. Yo deseo ser elevada a Diosa solo por uno en concreto y siempre que yo me lo gane. Ese título me parece rimbombante y exagerado. Imagino que algunas habrán con problemas de autoestima que necesiten autoproclamarse Diosas, Jefas y títulos por el estilo. Mi autoestima no necesita ser ensalzada por palabras que, al fin y al cabo, están vacías. Entiendo que Señora únicamente es el trato que me corresponde. No exijo más que el sentido común.

Conversaciones con Dóminas

Si inicias la conversación con una Dómina o con una Ama, atiende a lo que te explica y procura no ponerte pesado. Si le interesas, dejará una puerta abierta a seguir conversando; si no, retírate con elegancia.

Despedidas y Protocolos

Los sumisos con más costumbre y educados piden permiso para retirarse si ellos van a concluir la conversación. A mí me parece algo excesivo en este mundo en que todos vamos con prisas y a veces se contesta a salto de mata. Pero algunas Dóminas de protocolo piden ese detalle. Si pides permiso para retirarte, debes esperar a que te lo dé; si no, es preferible que no utilices ese formulismo. Es un gesto, sí, pero poco significativo si pides permiso y cortas la conversación a las bravas. Va cayendo en desuso y ha quedado como una convención, pero no es infrecuente ese pedir permiso. Quizás te sea útil conocerlo.Hay una fórmula estándar que es la despedida de los sumisos. Suelen concluir con «a sus pies» o «quedo a sus pies». Ese sería el gesto verbal de una inclinación de cabeza. Así lo veo yo. No pienso que el sumiso se eche a mis pies sin conocerme. Para mí, el gesto es únicamente de sumisión. No implica entrega, ni disposición, ni ofrecimiento, ni que se arroja a Sus pies desesperado. Si quieres expresar algo de esto último, tendrás que verbalizarlo porque esa fórmula, como tal fórmula, solo es una despedida educada dentro del protocolo.

Sumisos en Propiedad

Si has tenido la suerte de ser aceptado por una Dómina, dependiendo de lo que ella decida, puedes ser un sumiso para juegos o un sumiso en propiedad. Lógicamente, Ella se dedicará a educarte y formarte para que te adecues a sus necesidades y deseos. Yo, en este caso, suelo ser estricta con la educación del protocolo. El trato de Ama o mi Ama solo es para Ella; mi Señora o mi Dueña suelen ser fórmulas comunes de vínculo entre la Dómina y su sumiso/a.

Uso de Pronombres

Otra fórmula que está cayendo en desuso es, al escribir, aparte de utilizar el «Ud.», poner en mayúsculas los pronombres o complementos directos que hacen referencia a Ella. Por ejemplo: «permítame que La sirva», «quedo esperando Su respuesta», «cada día me siento más Suyo», «me alegra tanto agradarLa». Creo que a lo largo de mi escrito se deduce que las mayúsculas hacen referencia a los Dominantes y las minúsculas a los sumisos.

Protocolo con Sumisas/os en Propiedad

Si entablas conversación con una sumisa/o en propiedad, siempre hay un gesto hacia su Amo/a. El protocolo es una frase dicha cuando corresponda que suele ser «mis respetos a tu Señor/a», es un gesto hacia su Amo. El sumiso/a es un reflejo de su Ama/o. Procura ser digno, entonces. Si vas metiendo la pata, si hablas a sus espaldas, si buscas otras cosas, si no eres educado, tu Señor/a queda en evidencia. Yo en este tema soy muy estricta. Como yo soy, debe ser él/ella. Y no solo yo. La imagen que uno refleja en este mundo del BDSM es muy importante. Tenlo en cuenta si quieres ser digno de Alguien.

Conclusión

El protocolo BDSM es una herramienta valiosa para establecer y mantener relaciones D/s respetuosas y efectivas. Aunque algunas prácticas están evolucionando, el respeto y la comunicación clara siguen siendo fundamentales.

4 comentarios en «Otra vuelta de tuerca con el protocolo para sumisos.»

  1. En primer lugar, perdón por ser tan vago. Leí este tema en el blog hace algún tiempo y hasta hoy que es fiesta local en mi ciudad no me he animado a colaborar. Mis disculpas de nuevo. Yo creo que los protocolos son imprescindibles en una relación bdsm. Ahora bien, ¿cuándo?, ¿cómo?, ¿dónde?, ¿por qué?…esto ya es harina de otro costal. Empecemos por el principio: entitativamente no hay personas superiores a otras. Nadie es «per se» superior. Lo que existen son roles. Papeles que se asumen, se aceptan e implican una posición dominante de una de las partes de forma voluntariamente aceptada por las dos. A partir de ahí, seguir un protocolo significa una asunción de un rol. Y aquí, como en la Iglesia Católica, el momento de la Asunción es muy importante. Analicemos los medios que hoy en día existen para que dos personas que desean ejercer diferentes roles puedan relacionarse y qué protocolo resultaría lógica aplicar en cada caso:

    A:) Redes sociales, chats, etc.

    En este apartado existe mucha confusión. Y esta confusión espero poder aclararla: cuando alguien entra un chat de tendencia bdsm o se crea una cuenta en Twitter o Instagram poniendo de manifiesto el rol que desea ejercer, ya existe lo que yo llamaría «asunción unilateral de rol». Si alguien que ha escogido de forma personal y unilateral el rol de la sumisión (en redes sociales o chats) se dirige a otra que ha hecho lo propio con el de la dominación, su forma de dirigirse a esa persona, ha de estar, a mi juicio, marcada por el protocolo, que es algo que va más allá de las más elementales normas de cortesía. El «usted» resulta obligado, el pedir permiso por dirigirse a esa persona necesario, y el despedirse de forma que quede claro que no se toma la decisión unilateral de irse cuando a la parte sumisa le viene en gana, absolutamente elemental. ¿Por qué? Pues porque ambas partes, aunque sea de forma unilateral y sin relación con la otra, han asumido un rol. Y, como expresé antes, la asunción del rol es lo que marca el comienzo del uso del protocolo. No tiene sentido que alguien que entra en un chat con un nick marcadamente sumiso, se dirija a alguien que lo ha hecho con otro extremadamente dominante, con un «Hola, ¿cómo estás?…que calor hace, ¿verdad?». No son dos personas en el mismo plano. Se trata de dos personas que ya han dejado claro que posición desean asumir. Tampoco lo tiene y resulta una elemental falta de cortesía, confundir esto con pedirle a la parte dominante que te trate de forma vejatoria o te insulte, porque aunque ambas partes hayan asumido su rol, no existe otra cosa importantísima: la asunción conjunta de roles que marca el principio de una relación. Solicitar este tipo de trato es considerar de forma unilateral que ya existe una relación, que a todas luces aún es inexistente. Finalmente, quiero aclarar que otra cosa muy distinta es que la parte dominante releve a la otra parte del ejercicio del protocolo y prime en ese momento una relación simplemente personal sin asunción de roles, pero eso….es potestad exclusiva de una de las partes. Ya sabéis cuál.

    B:) Munches, kedadas, etc.

    En este tipo de situaciones también suele haber bastantes confusiones. Y de nuevo, la asunción de roles es lo que marca la obligatoriedad del ejercicio del protocolo. ¿Cuántas veces habéis ido a una cena bdsm y os resultaría imposible determinar quién ejerce un tipo de rol y quién ejerce otro?.
    Desde mi punto de vista, hasta que ambas partes dejan claro con su dress code qué rol ejercen, no hay una verdadera asunción de rol. Y ojo, en este caso digo ambas partes. Normalmente las partes dominantes suelen expresar más frecuentemente su rol en este tipo de situaciones. Los sumis@s somos más reacios. No es de extrañar que acudamos a veces a este tipo de situaciones sin asumir nuestro rol. En ese caso, desde mi punto de vista, no hay obligatoriedad en el uso del protocolo. Este solo debe existir en el caso de que AMBAS PARTES lo expresen, aunque sea de forma indepediente y sin relación alguna entre ellos.

    C) El café de toda la vida.

    Dos personas se conocen. Sea de la forma que sea (online, en kdds..)… y se encuentran interesantes a priori. En función de eso, deciden conocerse mejor o simplemente conocerse y ponerse caras. la casuística es enorme: simple curiosidad, interés real, etc. ¿Qué protocolo debe seguirse en estos casos?. Pues aquí, voy a dar un giro copernicano: ninguno más allá de las más elementales reglas de cortesía y caballerosidad. ¿Por qué? Pues porque como en el famoso chascarillo de «¿de qué color es el caballo blanco de Santiago?», en el enunciado está la respuesta: Dos personas se conocen.

    Dos personas, repito, que aunque ambas sepan el rol que desea ejercer la otra, aún no han establecido una asunción conjunta de rol. A mi, en lo personal, me parece una enorme falta de respeto hablarle de usted a una persona dominante nada más conocerla. Es como asumir unilateralmente un rol conjunto sin que la otra parte haya dado signo alguno de que eso ocurra. Podría ocurrir, no obstante, que sin que haya asunción conjunta alguna, la parte dominante vea conveniente que cada uno ejerza de forma unilateral su rol, pero volvemos a lo de antes. Es decisión exclusiva de una de las partes. Ya sabéis cuál.

    Y para terminar una anécdota: hace años, un amigo mio que quería experimentar la sumisión, me pidió que le presentase a otra persona, también amiga mía, un Ama bastante experimentada. Tras los habituales «hola..¿cómo estás» y «me llamo zutano y mengana»…al cabo de diez minutos de conversación, mi amigo dejó de tutear a esta persona y comenzó a tratarla de usted. Mi amiga, levantó un brazo levemente y cortándole en seco le espetó: «¿en qué momento te he autorizado a hablarme de usted?».

    Se lo merecía.

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