La FemDom y la Necesidad de Deconstrucción: Reflexiones sobre Masculinidad y Dominación Femenina por fidelservus

El Estado Actual de la FemDom

La FemDom pervive en sus relaciones. Pero como reflexión, como exposición de sentires, como modo de relacionarse siempre ha estado más bien muerta. A la FemDom, reconozcámoslo, la mueve el fetiche. El sentir, el servir, el entregarse siempre ha estado presente pero muy minoritariamente. La pulsión ha sido el fetiche y su satisfacción inmediata.

Los Orígenes Patriarcales: La Disciplina Inglesa

Los modelos societarios patriarcales favorecían (y lo siguen haciendo) una aproximación puramente lúdica, un aquí te pillo aquí te mato para luego seguir con mi vida de «macho» como «dios y la sociedad manda». Piensen ustedes en la disciplina inglesa. El origen remoto de muchas de nuestras prácticas actuales.

Hombres acaudalados, bien posicionados en la sociedad victoriana, de poder y «hombría» probada, que en sus ratos libres jugaban a que les pegara en el culo una chica joven a quien pagaban por su silencio y su buen hacer. Jugaban a perder el control en esas sesiones pero nunca lo perdían. Era todo atrezzo. Momentáneo. Puntual. No había deconstrucción de roles. En realidad no había transgresión. Había solo (y no lo juzgo) una pulsión que satisfacer. La del varón.

La Herencia Problemática de la FemDom Actual

Creo que en la FemDom queda mucho por hacer. Somos herederos de una tradición que bajo apariencia de cesión sigue poniendo en el centro al varón. Su pulsión. Su deseo. Su paja. No se ha hecho un trabajo de deconstrucción porque lo puntual del fetiche nos da la excusa para no mirarnos por dentro.

No hay grandes referentes que lideren el camino y al final las pocas FLR que existen tampoco muestran en exceso al mundo que hay otra manera de ser hombre. Lejos de deconstruir la FemDom está plagada de tópicos sobre el pene pequeño, los alphas, ser medio hombres o no ser hombres de verdad que solo tienen como objetivo fomentar el fetiche y perpetuar el estereotipo de macho empotrador como culmen de masculinidad.

La Oportunidad Perdida: El Pene y la Cultura Patriarcal

Y fíjense ustedes que la oportunidad era de oro, con todo esto de las jaulas, el ballbusting, cbts, lockoctober… la oportunidad estaba servida en bandeja. Porque no cabe duda que el pene ha jugado un papel esencial en la cultural humana.

No hace falta ser un antropólogo reputado para indagar en la presencia del pene, la fertilidad y la mujer como símbolo de vida en las culturas de todos los tiempos. Símbolos arraigados ancestralmente en la arquitectura social de nuestras sociedades y que han perpetuado los roles patriarcales en las que el varón es el proveedor/cazador/tomador y la mujer es la recipiente muda de la semilla de vida.

El Pene en las Prácticas FemDom: Perpetuando el Patriarcado

Por eso entiendo que el pene ocupe un lugar recurrente en la Femdom. Lo interesante, o lo frustrante más bien, es que lo ocupe para seguir perpetuando el modelo patriarcal más que para deconstruirlo.

La FemDom ha incorporado en sus prácticas todas las «humillaciones» posibles que tienen al pene como objeto principal: se hacen rankings de penes pequeños, se «ridiculiza» a los penes «inservibles», se les pega patadas, se les encierra…pero todo se hace desde la óptica del varón.

Tal y como la narrativa ancestral patriarcal lo haría: el pene pequeño es ridículo porque no satisface también como el pene de un empotrador bien hecho; el sumiso es sumiso porque no puede satisfacer a una mujer como «un hombre de verdad»; las pelotas se zapatean porque a los hombres sumisos les mola sentirse «humillados así»; los penes se enjaulan porque los hombres son monos que se la pelan a tres manos y si se len encierra el pene se vuelven más sumisos….ven lo que quiero decir?

La Alternativa Invisible: Hacia una Masculinidad Diferente

Y fíjense ustedes que no estoy en contra de nada de esto «per se». El fetiche, el deseo sexual, es un motor como cualquier otro de fantasias y está bien que así sea. Lo que a mí me apena es que sea el único discurso en la FemDom.

Lo que me apena es que junto a este modelo de «tienes la polla pequeña y por eso no sirves para nada» no haya también otras propuestas donde el pene se enjaula, se encierra, se humilla porque se sublima, porque ya no es un instrumento de dominación, porque se deconstruye el modelo cultural para hablar de otro modo de ser «hombre de verdad» que es el hombre que sirve, adora, venera, cuida y obedece a su Dueña.

El Problema de la Monetización

Este modelo no se ve, no se oye, no cuenta (no digo que no exista, digo que es invisible) porque no monetiza. Porque al hombre de turno que viene buscando un «servicio» rápido no le interesan las «monsergas», lo que le interesa es la paja, sentirse humillado, cuatro risas y a correr.

Y aunque, repito, esto está bien porque lo lúdico es MUY necesario, la pena es que no hay alternativa. No hay una FemDom más cuidada donde a través de nuestras D/s, sesiones, golpes, servicios y castigos se explore una masculinidad diferente. Se explore y se exponga. Una masculinidad diferente al servicio de una feminidad en liderazgo.

La Invisibilización de la Sexualidad Femenina

La FemDom está diseñada y condicionada por el deseo sexual masculino y invisibilizando la sexualidad femenina, haciéndola pasar por los resortes de lo que «a nosotros nos gusta», obligándola a asumir lenguajes, estéticas y fantasías muy radicadas en lo masculino.

No se a ustedes pero a mí me parece que en la FemDom la voz de la Mujer permanece, en gran medida, silenciada. Por eso creo que se podrá llamar como se quiera pero en realidad mucha de la FemDom es «Maledom» encubierta precisamente porque lejos de redefinir la masculinidad se conforma con ser solo juego de alcoba sin más pretensión que el momento.

Conclusión: El Futuro de la FemDom

Y no me entiendan mal, que follar está muy bien pero la FemDom, como la Maledom, es mucho más que eso. Es o debería ser trasgresora. Ojalá que en un futuro no muy lejano sean las Dóminas y su voz lo que más se oiga en el reino de la FemDom.

@fidelservus

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Tras la huella de una Dómina
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