En este relato personal, Mario comparte su viaje hacia la sumisión y el FemDom, desde sus primeras fantasías hasta sus experiencias reales con dóminas. A través de reflexiones sinceras, explora el amor, la vulnerabilidad y el crecimiento personal en un mundo donde la dominación y la entrega se entrelazan de manera fascinante.

Mi camino hacia el FemDom

Hola. Soy Mario. Tímido, soñador y romántico. Fascinado por las mujeres. Sumiso tardío y feliz.

Desde que tengo memoria, desde que a los 14 años una compañera de clase me hechizara con su prodigiosa y subyugante belleza y despertara en mi corazón una pasión abrasadora, he anhelado y buscado el amor, ese poderoso sentimiento que te hace temblar de miedo y deseo ante alguien especial, que te vuelve débil y vulnerable ante el ser amado, como arcilla entre sus manos, pero que al mismo tiempo te eleva y te da energía cuando es correspondido. Soñaba con encontrar una chica que hiciera agitarse mi corazón con dulzura y que me sonriera con la misma ilusión, una chica con la que pasear cogidos de la mano y charlar durante horas, una chica que me inspirara los más encendidos versos de amor y que a ella le llegaran al alma…

Sin embargo yo no inspiraba la misma atracción en las mujeres que me gustaban, ninguna me ha mirado con admiración y deseo. Con cada decepción mis sueños y esperanzas morían un poco y la soledad era mi única compañera.

Descubriendo mis fantasías de sumisión

Quizá como reacción a esa frustración acumulada, cercano a los treinta empecé a tener extrañas fantasías en las que bellas desconocidas me sometían y usaban sexualmente para su placer. Era como si mi mente instintivamente me indicara mi posición natural ante las mujeres y que esa entrega era lo único que yo podía ofrecerles y la única posibilidad de tener un encuentro íntimo o sexual con alguna de ellas.

Durante un tiempo exploré y alimenté aquellas sorprendentes fantasías que tanta excitación me causaban, primero con revistas impresas y luego con fotos y textos que encontraba por internet, así como con anuncios de Amas para sesiones. La perspectiva de acudir a una dómina profesional para realizar aquellas fantasías (la única opción que conocía entonces) me atraía poderosamente, pero aún no me atreví a dar el paso.

Además, seguía con mi búsqueda soñada del amor y de una compañera que supiera ver todo lo que llevaba dentro.

Al borde del medio siglo de vida mi corazón seguía soltero, dolorosamente frustrado y desilusionado. Entonces, aquellas excitantes fantasías FemDom que nunca habían desaparecido realmente cobraron una fuerza irresistible. Como siempre, internet era la única herramienta que tenía disponible para desarrollarlas y para acercarme un poco más a aquel fascinante y secreto mundo.

Mis primeras experiencias reales

Julio de 2021, con 49 años y algún pico, fue un momento decisivo en este sentido. A principios de mes hablé por fin con una dómina profesional a través de su anuncio en una web de contactos y quedamos un lunes a las diez de la noche. Dos desconocidos que se encuentran en la noche para realizar unas prácticas pervertidas y que no volverán a verse. Algunas me gustaron o me excitaron mucho —las cuerdas y un sensual juego de pies por su parte, la lluvia dorada—; otras no salieron tan bien: tengo una deuda pendiente con el trampling, ¡y mi mayor fantasía, la penetración anal, se convirtió en un coitus interruptus, porque el dildo se salía de mi ano, y tuvimos que dejarlo! Fue una buena experiencia, una buena primera vez, pero no sentí dominación y entrega ni siquiera una mínima conexión, lógico, por otra parte. Visto en perspectiva, fueron como los juegos que puedes disfrutar con otra persona en una fiesta BDSM. Yo quería y buscaba más. Y lo hallé en Twitter.

A finales de ese mismo mes de julio me creé una cuenta en Twitter, con el nick Mariodulcesumiso, y empecé a navegar por las inmensas y a menudo turbias aguas de esta red social, más perdido que un pulpo en un garaje. Había cuentas y perfiles muy diferentes y atractivas —por las fotos más o menos explícitas que subían unas, por las reflexiones y experiencias que contaban otras…—, yo iba mirando aquí y allá, aprendiendo a manejarme, aclarando mis ideas, descubriendo poco a poco una comunidad llena de fascinantes posibilidades, y estableciendo algunas conexiones de aprecio, admiración y amistad que todavía perduran. De ese período de aprendizaje y prácticas quiero destacar mi primer encuentro personal con una dómina y las circunstancias en las que se produjo.

Servir como chófer: un paso hacia mi realización como sumiso

Una dómina joven y muy guapa de mi ciudad me escribió por privado para agradecerme los corazones que ponía en sus tuits y mis comentarios alabando su belleza y me preguntó si estaba interesado en servirla como chófer. Era la oportunidad que esperaba y acepté enseguida, lleno de ilusión y de nervios. Recogerla con la ceremonia precisa, abrirle la puerta, llevarla en mi coche a su destino, fue una experiencia muy agradable y satisfactoria que me hizo darme cuenta de mi inclinación por el servicio a una dama. Y ella resultó ser encantadora. Hablamos durante el trayecto con toda naturalidad, conociéndonos, y congeniamos. Ella requirió de mis servicios unas pocas veces más durante aquellas últimas semanas inolvidables del otoño del 21 y seguíamos intercambiándonos breves mensajes privados, no todos los días pero sí con frecuencia. Eso cambió hacia finales de año. Me dijo que ya no iba a necesitarme como chófer y sus mensajes se fueron espaciando más hasta que dejé de recibirlos. Aquel silencio me tenía preocupado y confuso, quizá atravesaba una mala época y necesitaba desconectar. Esperé con ansia y paciencia alguna palabra suya y le seguí enviando cortos mensajes esporádicos durante tres meses. Al fin tuve que desistir y desatar ese lazo; aunque aún no era muy fuerte, me dolió hacerlo.

Sin embargo, el destino me deparaba una sorpresa maravillosa.

La experiencia que lo cambió todo

28 de abril de 2022. Esa fecha ya está grabada a fuego en mi mente y en mi corazón.

Ese día vi un tuit de una Dómina joven y bellísima en el que buscaba un sumiso para que la acompañara a un gran centro comercial de nuestra ciudad y le llevara las bolsas. Ya había interactuado con Ella algunas veces y me atraía, así que le escribí por privado para ofrecerme. Aunque mi perfil no le inspiraba demasiada confianza, como después me ha dicho, decidió darme una oportunidad (primer gesto por el que le debo gratitud eterna). El problema surgió cuando ella llegó por una entrada y yo justo por la del lado contrario. Empecé a recibir mensajes suyos realmente cabreada preguntándome que dónde me metía e indicándome dónde debería estar. Eché a correr cómo pude, porque no estoy muy en forma y además se me había cortado el cuerpo de la impresión. Llegué ante Ella todo corrido de vergüenza y me deshice en disculpas. Si ya me había demostrado su carácter fuerte y dominante que no tolera la menor falta de respeto, entonces me demostró su gran generosidad e indulgencia. Aceptó mis disculpas, porque comprendió con su gran perspicacia que eran sinceras. Me indicó cómo debía comportarme estando con Ella y empezamos a deambular por los pasillos de aquel centro comercial entrando en diferentes tiendas y charlando agradablemente. Fue una tarde deliciosa e inolvidable en la que por primera vez me arrodillé ante Ella y toqué Sus Divinos Pies para ayudarla a probarse unos zapatos. Un instante mágico.

Amor devoto y entregado: la esencia de mi sumisión

Debo concluir aquí para no hacer demasiado extenso este escrito, justo cuando mi vida se llena de luz, amor y felicidad gracias a Ella, mi maravillosa Diosa, Reina de mis pensamientos y mi corazón. Amor puro desprovisto de deseos carnales, amor devoto y entregado que Ella me inspira y que me eleva de rodillas.

Mi profundo agradecimiento a la Señora ScheherezadeDom por brindarme la oportunidad de colaborar en su magnífico blog, al compañero y amigo Fidel por su recomendación, y a Ella siempre, esta vez porque cuando le hablé de este proyecto se alegró mucho y compartió mi ilusión. Y gracias a todos por leerme.

Mariodulcesumiso

6 comentarios en «Diario de un Sumiso Tardío: Mi Camino Hacia la Entrega por Mariodulcesumiso»

  1. Aunque desde fuera no faltan las miradas escépticas por la parafernalia visual de este mundo, este es un ejemplo más que demuestra su capacidad de liberar los sentimientos más profundos en una relación, hacer caer las corazas sociales, y llegar a sublimar el deseo más allá de lo físico. Una forma de conexión única, con similitudes respecto al concepto de pasión romántica -como aquí se muestra-, pero más inclusivo y factible a mi entender.

    1. Cierto, estamos acostumbrados a visualizar entregas muy sexualizadas genitalmente y algunas entregas no requieren de ese aspecto y no por eso es menor la entrega. Hay vínculos que se gestan de forma bastante duradera en relaciones sin una sexualidad explícita, en donde lo que prevalece se encuentra en el ámbito mental. Sé que es difícil de entender e incluso habrá personas que puedan cuestionarlo o criticarlo pero la pulsión sexual se sublima de formas diferentes en cada caso individual y si satisface a las personas que lo viven de ese modo poco hay que añadir. A mí me parece muy valiente su exposición y su sinceridad, la verdad, no todo el mundo hubiera sido capaz de ello, incluso tras el anonimato de cada entrada.

      1. Es la misma impresión que me ha dado, a los hombres no nos educan para mostrar efusividad en las emociones de ese tipo, aún menos cuando expresan apego y vulnerabilidad.

      2. Estoy de acuerdo…, extendiendo ese concepto de amor a todo sentimiento que integre la energía de entrega al punto de crear vínculo; es decir, no necesariamente un femdom en clave de romance (como he podido dar a entender en mi comentario), sino teniendo cabida relaciones con otros matices, más enfocadas en el reconocimiento, la protección, de un componente cercano al maternal, e incluso por qué no, del tipo que se profesa hacia una mascota, que no es cosa menor xD

  2. Aunque cada persona lo vive de una manera, hay ciertas pautas que resultan comunes en este tipo de relaciones. Conductas, protocolos, oficialmente establecidos o pactados entre las partes, que sirven de hilo conductor a una liberación para ambos que no se encuentra en ningún tipo de relación, sea de carácter sexual o no.

    Si a ello se une el Amor, con mayúscula, que desde mi punto de vista tiene que ser una condición imprescindible, no para la práctica del femdom en sí, si no para que este llegue a los niveles más profundos de disfrute, desde mi punto de vista no existe un tipo de vínculo emocional más profundo y bidireccional. Ni siquiera el que una a una madre y a un hijo, que, nos guste o no, nunca será equilibradamente bidireccional.

    1. Estoy de acuerdo…, extendiendo ese concepto de amor a todo sentimiento que integre la energía de entrega al punto de crear vínculo; es decir, no necesariamente un femdom en clave de romance (como he podido dar a entender en mi comentario), sino teniendo cabida relaciones con otros matices, más enfocadas en el reconocimiento, la protección, de un componente cercano al maternal, e incluso por qué no, del tipo que se profesa hacia una mascota, que no es cosa menor xD

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