El viaje de un siervo: De la sumisión al vínculo absoluto con Ella
Mi nombre es fideldeGK. En realidad no me llamo así, pero todo el mundo en el mundillo me conoce como fidel desde hace cuatro años. Soy hombre sumiso desde que tengo noción de mi propia identidad. A través de juegos, primero inocentes y luego más intencionales, me fui descubriendo sumiso.
Una sumisión que se asemejaba más a la esclavitud, era una ensoñación recurrente en mis fantasías, que a un conjunto de prácticas concretas. Era el hecho en sí de ser esclavo lo que me hacía vibrar más que esta o aquella práctica. Claro que tenía, ya bien entrada la adolescencia, ciertas preferencias en cuanto a prácticas (por ejemplo, el sentir el peso de Ella o el toilet training), pero nada igualaba a la sensación de sentirme propiedad, poseído.
El despertar y la negación
Por aquellos años, tuve una relación, si se puede llamar así, que me configuró completamente. Duró varios años, y los dos exploramos juntos casi sin proponérnoslo nuestros respectivos roles. Fue una etapa de descubrimiento y toma de conciencia. Luego vino la negación. La falta de comprensión hacia mí mismo, el no saberme decir en una sociedad donde impera lo normativo y los estereotipos masculinos.
No funcionó. Uno no puede dejar de ser quien es. Volví a tener una relación larga de D/s de servidumbre, y cuando esta se rompió, marché, por mi profesión, fuera de España. Eso me hizo conocer el mundo BDSM a un nivel más profundo. Conocí la servidumbre doméstica como identidad y no solo como práctica. Conocí siervos y Dominantes que vivían la servidumbre como un modo de ser y aquello me voló la cabeza.
La comprensión de mi identidad
Resonaba tan hondamente en mí que por primera vez empecé a entenderme a mí mismo. Lugares como el club Pedestal me ayudaron a vivir y asumir sin complejos una parte de mi identidad que yo no había sido capaz de articular hasta ese momento. Y cuando estuve preparado, casi por puro azar, llegó ELLA a mi vida.
ELLA es mi Dueña desde hace cuatro años. Con ELLA he crecido, he luchado, amado, reído, llorado, soñado… ELLA es mucho más que la persona con la que comparto D/s. ELLA es la Dueña de todo mi ser. Con ELLA, de Su Mano y a Sus Pies, me he dicho a mí mismo. ELLA me puso fidel cuando me tomó por primera vez.
El vínculo con ELLA
Con ELLA he vivido prácticas alucinantes, como el branding a fuego con Sus iniciales en mi glúteo, pero sobre todo, con ELLA he llegado a ser yo mismo. Con ELLA comprendí que yo era siervo. Comprendí que el vínculo lo es todo para mí, que las prácticas vienen muy detrás y que lo que de verdad me hace estremecerme es sentirme poseído a través de mil y un gestos que jalonan el día a día y que me recuerdan que ELLA siempre va primero.
Un baile y una partida de ajedrez
Con ELLA comprendí que mi manera de entender la relación D/s es como un baile agarrado y una partida de ajedrez. El baile en lo afectivo, pues cuando no tira ELLA, tiro yo y viceversa. Aquí no hay asimetría ninguna. Hemos de conocer el lenguaje emocional del otro para que en este baile precioso que es nuestra relación no nos pisemos el uno al otro.
Pero es también una partida de ajedrez. Porque yo soy sumiso, pero no tengo una personalidad sumisa. Tampoco soy brat, pero soy fuerte mentalmente. Por eso, la dominación soft no es mi lenguaje. Necesito una D fuerte que sepa ganarme mentalmente, incluso cuando a veces, superficialmente, no deseo ser vencido.
ELLA es esa mezcla potente y explosiva de la ternura más intensa que jamás he experimentado y a la vez de la dureza más demoledora, a la que no soy capaz de oponer fuerza alguna. Con ELLA camino, a ELLA sirvo y de Su Mano sueño.
fideldeGK
Gambito de DAMA…😎
Gracias por el comentario, perfecta jugada
Delicioso relato.
Gracias por compartir.
Es maravilloso, sí. Gracias a ti por comentar
Resulta alentador conocer el testimonio de personas que han logrado encontrarse en este mundo y además hacerlo -pese a las dificultades y retos que presenta cualquier relación-, una realidad en sus vidas.
Sí, poder leer que hay personas que llegan a vivir la Dominación Femenina con independencia de las dificultades, qué relación no las tiene, es esperanzador para todos los que nos gusta ese tipo de vínculo. Gracias por comentar
Totalmente de acuerdo en su concepto de sumiso/esclavo. No son solo las prácticas las que forman al sumiso verdadero sino es su modo de vida, su pensamiento, su entrega, su saberse al servicio de Ella.
Un sumiso, para mi, es aquel que es consciente de que sirviendo, obedeciendo y estando entregado por completo a Ella es la única forma de sentirse feliz y uno mismo.
Sí, es una forma de sentir la sumisión, quizás la más intensa y que mejor encaja luego con la vida cotidiana. Gracias por comentar