
Con este título cinematográfico espero aclarar algunos temas que pueden generar confusión en las personas que se inician. Ayudarlas con algunas ideas básicas que parecen no tenerse en cuenta.
Me hicieron una consulta que me sorprendió, la verdad, porque Una lleva ya un tiempecito en esto y veo lo sagaces que son algunos hombres a la hora de buscarse la vida como sumisos o como clientes, y me hizo darme cuenta de la confusión que genera el hecho de que aparezca en el horizonte de algunas mujeres ganar dinero a través de unas supuestas prácticas de dominación.
Ni qué decir tiene que cada una es libre de hacer lo que le plazca, cobrar o no, y hasta donde se quiera llegar por el cobro es asunto privado. Lo que ocurre es que este tema hace que se diluyan conceptos y se enfollinen las cabezas. Y que esa confusión acabe generando precipitación, manipulación y frustración.
Todos hemos sido novatos alguna vez pero si nos interesa el BDSM hay que moverse con cuidado, con astucia y prudencia, leer mucho e ir con pies de plomo porque hay gente muy despierta buscando aprovechar cualquier oportunidad para llevarnos por donde a ella le conviene. Si coincide con nuestras expectativas, perfecto, pero no nos engañemos pensando que ejercemos de algo que ni por remoto asomo estamos haciendo y, para esto, lo mejor es tener las cosas muy claras. Y, lo más básico: una cosa es ser Dominante y otra ejercer la Dominación. A ejercer la Dominación se aprende, a ser Dominante no.
Volvamos a repasar conceptos primordiales: la Dominación Femenina es el control y el dominio por parte de la mujer de otra persona bien sea pareja de juego o de la pareja real. La mujer ejerce su autoridad y su poder sobre un sumiso o un bottom con el que se hayan alcanzado unos acuerdos previos. La mujer ordena, prioriza su placer y, si lo desea, crea un vínculo más o menos estrecho hasta llegar a una D/s o no, manteniendo su interacción con juegos esporádicos. Pero hay algo que debe quedar claro: la mujer Dominante, no obedece, no se pliega, no acata normas puesto que es Ella la que genera estas normas y la que las impone. No permite, o no debe permitir, intentos de manipulación y debe estar atenta a no caer en ellos. Es la que se encarga de formarse, de aprender, de exponer lo que sabe y de dirigir. De practicar y tener soltura con lo que se pretenda hacer o lo que se quiera conseguir. De transmitir confianza. No se trata de que Una haga lo que le dé la gana con la otra persona, sino de hacer lo que se tenga conciencia que se puede hacer con las debidas garantías de que se está con la seguridad adecuada para ambos. Una vez salvaguardada la integridad física y mental de la otra persona es cuando la Dominante actúa con libertad.
Esto es, básicamente, la teoría FemDom que en momentos concretos o dependiendo de las prácticas puede tener ciertos matices. Por ejemplo, el caso de que la Dominante sea novata y escuche o esté atenta a los consejos de un sumiso. En principio, a esto no tengo nada que objetar, un sumiso puede servir como guía con tanta o mayor eficacia que cualquier otra persona que sepa de BDSM. En este caso el sumiso estaría adoptando la tan controvertida figura del tutor y servir de ayuda a la Dómina en sus inicios. Los acuerdos de la Dómina con el sumiso/tutor deben estar claros y llegar hasta donde ambos estipulen mientras se sientan cómodos. Mientras ambos tengan clara su amistad o su rol, perfecto.
Si decidimos que alguien sea nuestro guía al comienzo de nuestro camino por el BDSM, debería tener y demostrar sus conocimientos sobre teoría y práctica, pero, sobre todo, y mucho más importante, debe demostrar que es una persona íntegra. Si un sumiso, o cualquiera de otro rol, hace la labor de tutor debe tener la honestidad de no ejercer la Dominación desde abajo puesto que la Dómina puede no darse cuenta de que está siendo manipulada al carecer de los conocimientos oportunos. Este es el motivo por el que la figura del tutor sea tan controvertida, porque debe de tener muy claro, en un momento en que el tutorando da los primeros pasos y existe un gran desconocimiento, no excederse en su influencia y ser escrupuloso a la hora de conducirse, de mostrar o enseñar prácticas. Este tema de la Tutoría BDSM llena páginas y debates en redes y webs especializadas, y del que no es difícil encontrar referencias u opiniones si a alguien le interesa. Yo les dejo el enlace de Cuadernos de BDSM nº 11 en donde se trata el tema del tutor por si les apetece leer sobre el tema.
Nadie tiene un termómetro de sumisión, evidentemente, y mientras ambos acepten qué desean o qué quieren de ese intercambio no hay mucho que decir, sin embargo, con la salvedad ya aclarada, ser dirigida por un sumiso no es Dominación Femenina, aparte de temas profesionales e intereses comunes, amistad, relación… por supuesto, Pueden pasárselo fenomenal, pero no será la Mujer la que Domine, sino el sumiso o bottom o como se le quiera denominar dependiendo del tipo de juego que adopten.
Veamos la consulta
Me gustaría adentrarme en el campo de la dominación, pero soy novata en ello y me gustaría que pudiera ayudarme. He leído sus entradas y son bastante interesantes. Me han ayudado a comprender que la dominación debe formar un vínculo entre ama y dominado, como si de una relación de «pareja» se tratase….El tema es que no sé cómo empezar. Es decir, el chico me pide realizar un contrato sin el precio estipulado. No entiendo ni cómo hacer este tipo de «contrato» ni cómo saber si a la larga seré remunerada económicamente como ama. No me malinterpretes, no pretendo solo sacarle el dinero al sumiso, pero sí que no me hagan perder el tiempo. Cómo leí en un artículo tuyo: quin pro quo.
El chico me dice esto:
1.Pues con el contrato firmado y sin la cantidad puesta
P.
2.Estar un par de días así que me vayas provocando para q vaya aceptando las cantidades q digas
3.Con foto, audio, video o como te vaya mejor
4.Cuando no me atreva más a subir, pues pones la cantidad y lo tramitas para cobrarlo
5.Después con el dinero pues vas mostrando lo q compras. Lo q dicen tus amigas de mi…
Puede que P. no lo vea claro pero el chico le está dando las pautas a seguir para sentir el placer y el morbo que necesita para depositar el dinero por el medio acordado, no para ayudarla a iniciarse en la Dominación Femenina sino para obtener un beneficio, compartido, sí, pero beneficio que llegará si ella cumple unas determinadas pautas o secuencia que le procure a él un morbo. Ella no lo ve porque su interés primordial son las posibles ganancias que le puede aportar el sexting FemDom, como ella me comenta en otro momento. De nuevo, insisto en que no enjuicio ni estoy en contra de ganar dinero con la Dominación Femenina ni tampoco me importa hasta donde se esté dispuesta a llegar por ese dinero. Lo que Yo quiero decir es que si hay pautas puestas para que una Mujer sepa cómo conducirse, qué hacer, y cómo lograr excitar y dar placer a un hombre y que ese hombre es el que las impone, ordena, sugiere, controla, secuencia los tiempos, se llamaría, en todo caso, sumisión femenina, no Dominación.
Ese es, en buena parte el problema del FinDom, que ellas, las que deberían Dominar, acaban siendo manipuladas a razón de cheques regalos, bizum, verse, etc. Y el reconocimiento que sienten tras cada transacción les da la sensación de Poder y de sentirse Diosas lo que dura ese gesto, lo que dura la contemplación de la cuenta engrosada, para luego enzarzarse en conseguir más adeptos, más peleles que las reconozcan como extraordinarias. Para esto siguen perfiles con voracidad y, algunas, con poco tiento, asaltan a supuestos sumisos que les siguen el juego o no, no por someterse sino por procurarse una excitación a costa de una cantidad de humillación y fotos o vídeos de las partes de la mujer que más les motive a ellos.
Yo veo muy claro que el hombre que desea procurarse el morbo guiando una secuencia concreta basada únicamente en su placer a cambio de dinero no es sumiso. Lo cuente como lo cuente. El sumiso prioriza el placer de la mujer por encima del suyo. El sumiso tiene unas cualidades que aquí no se ven en absoluto. Todo lo contrario, «te pago para que cumplas mis expectativas», «haz lo que yo te indique y obtendrás mi dinero». Y, haya dinero o no haya dinero, el sumiso para ser calificado como tal debe someterse, no organizar cómo desea ni pagar ni jugar. No hace falta decir más al respecto. Por ahora.
Así que, concluyendo. Cada una puede hacer lo que desee, Dominar o ser dominada, pagar o que te paguen, mientras los acuerdos estén claros todo es aceptable. Pero la Dominación Femenina va mucho más allá de las transacciones económicas, es mucho más y, sobre todo, lo que no debe suscitar ningún género de dudas es que la mujer es la que domina. Si la mujer no domina estaremos en lo que sea que se acuerde pero no será FemDom. No es tan difícil de entender, otra cosa es llevarlo a cabo y mantenerlo, especialmente si hay dinero de por medio.
excelente descripción de como un sumiso (presunto) intenta «manipular» a una muchacha primeriza en este mundo de la DomFin. Podemos encontrar supuestos contrarios, en donde mujeres muy poco recomendables intentan exprimir al máximo y con rapidez a diversos incautos, antes de que se les pase la novedad y la «exaltación erótica». Creo sinceramente que un sumiso sí puede ser útil a su Señora, y que lo haga económicamente, pero sin contraprestación a nada. Un sumiso puede ser útil limpiando la casa, trabajando, sirviendo, quizá sólo hablando y compartiendo experiencias, de mil y una formas. Y a veces el «trabajo» útil y beneficioso para el Ama puede ser una especie de «tributo». Pero la condición, a mi modesto entender, debe ser a cambio de nada: el sumiso no impone ninguna regla, ninguna condición, no debe buscar ninguna contraprestación, ningún «placer». El placer, en sí, es ser útil y servir. Claro está que ello no es fácil ni supone un camino sin arañazos, pero toda la D/s. Pero la petición de ese «sumiso», tal como está expuesto en en la entrada de la Señora, es un claro ejemplo de manipulación desde «abajo», una manipulación incluso soez y barriobajera, sin estilo. Todos mis respetos para SheherezadeDom, sus escritos y sus enseñanzas. Gracias, Señora. Bufón.
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Hola, muy acertada esta exposición para dejar cada vez más clara la seriedad de las relaciones Femdom.
Ser Dómina o sumiso ha de responder a una convicción y a un sentimiento interno muy claro y profundo que te haga vivirlo, necesitarlo y sobre todo disfrutarlo.
Una Dómina no pude dejarse embaucar por el sumiso ya que dejaría de serlo, salvo que se de una contraprestación económica que le permita al sumiso exigir y a la Dómina obedecer. Esto ya es una contradicción en sí y desvirtúa el concepto de la Femdom.
La esencia de un sumiso radica en alcanzar su felicidad solo y exclusivamente sirviendo y entregándose a su Ama. Es el sumiso el que ofrece su control a Ella de una forma libre porque así es como gozará de ver a su Ama plena y complacida. El es consciente que su vida gira solo entorno a Ella.
Por tanto es impensable que el sumiso demande del Ama que satisfaga sus deseos y sus gustos porque éstos han de ser los de Ella, convirtiéndose así en el encargado de hacer de su vida algo placentero, cómodo, sencillo y lleno de gozo.
Como sumiso, propiedad de mi SEÑORA A diré que mi vida es plena viviéndola para y por Ella y que, a mis años, la felicidad que alcanzo ocupándome de Ella, adelantándome a sus deseos, haciendo míos sus gustos y exigencias es algo que con palabras me es muy difícil, por no decir imposible, describirlo.
Decir que ser sumiso es un sentimiento y como tal muy lejos de prototipos que proliferan en la red, en vídeos y relatos.
¡Vivamos como sentimos!
Gracias de SEÑORA A y jm{SEÑORA}
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