
Me resulta fascinante escribir pegging en Google y que las primeras entradas destaquen que es una práctica de moda. Como ya no soy tan joven reconozco que hace unos años era una práctica bastante tabú y tener el deseo de penetrar a un hombre era algo bastante descabellado e inconfesable. Era muy complicado en el mundo vainilla hablar de eso y mucho menos realizarlo. Me da una inmensa alegría leer que hay muchas personas que están normalizando la penetración anal por parte de la mujer. No he hecho una lectura exhaustiva de dichos artículos, así que no pretendo realizar una revisión del pegging en la actualidad sexual aunque parece que está unido a una percepción de cambio de roles. En mi caso yo no cambio de rol. Mi rol es disfrutar con mi deseo y estar con la persona dispuesta a asumir mi deseo. Y unas de mis prácticas favoritas es esta.
Veo bastantes diferencias entre la percepción del pegging desde el punto de vista de juegos de parejas y como se vive desde la FEMDOM. Desde la Dominación Femenina si el sumiso no plantea el pegging como un límite, le guste o no sabe que si a su Ama le gusta lo va a tener que hacer. Que lo viva como un castigo o como un premio ya depende de su percepción y de los juegos con el Ama y como Ella lo quiera educar. A menudo esa práctica puede llevar juegos de humillación y puede ser vivida de esa forma. No sólo se busca una sensación meramente física, de estímulo anal y prostático, que también, sino humillar al sumiso. Las posturas que deba adoptar, el lenguaje con el que se le penetra, la actitud del Ama colocándose el strapon, o introduciéndole distintos dildos; el juego previo de que se tenga que realizar una ducha anal, uso de lavativas, de cepos, todo puede ser vivido con una gran humillación por parte del sumiso que puede llegar a sentir de forma muy intensa cómo se doblega ante el Ama.
Volver concretamente al tema del pegging en este momento viene motivado a que no me dejan de llegar comentarios de mi entrada sobre el strap-on.Y, entre los que me dejan por privado me gustó especialmente el de este sumiso que explica muy bien la visión desde el punto de vista de lo que siente el sometido:
Buenas noches Señora, antes que nada agradecerle su respuesta. Me he alegrado mucho. Yo he entendido su articulo a la primera, me he sentido plenamente identificado, y me cuesta entender que haya gente que no lo ha entendido, sera porque es una de mis practicas favoritas y que mejor representa lo que me atrae del BDSM. Cuando estoy desnudo, a cuatro patas, con el esfínter dilatado y el culo en pompa a punto de ser penetrado, me entra una sensación de vulnerabilidad, de temor al dolor físico, de entrega total de mi cuerpo a la Dom, que es de las experiencias mas gratificantes anímica y fisicamente que puedo vivir.
Ser sodomizado por una Domina con un strap on, es para mí como sumiso, la culminación de la entrega y sumisión a la Domina. El hecho de la introducción de un miembro fisico de la Domina en mi cuerpo representa el vinculo que me une a ella. Esa penetración que al principio puede ser dolorosa, se supera por las ganas de satisfacer a la Domina y demostrarle que controla nuestro cuerpo y voluntad.
A diferencia de un dildo, el strap on va sujeto con correas al cuerpo de la Domina, y forma parte de su cuerpo. Es un miembro mas de su cuerpo, al igual que brazos y piernas, lo que ocurre es que ese miembro representa la «autoritas» y el poder de la Domina. El uso del mismo marca absolutamente la diferencia, por lo cual, cuando soy sodomizado, estoy entregando mi cuerpo y voluntad como muestra de sumisión. R.

R. lo explica muy bien. Los sumisos suelen coincidir en su percepción. Se sienten muy vulnerables, si tienen seguridad en su Ama se muestran muy excitados, ansiosos, deseosos de realizar esa entrega que para ellos significa mucho. Tanto que para algunos simbólicamente lo sienten como el culmen de su entrega y tienen a gala no cederse a cualquiera. Si nos quedamos en la apariencia podríamos pensar que el sumiso sólo busca su placer y eso no es verdad. Claro que muchos sienten placer pero no es un placer únicamente físico, más aspectos psicológicos quedan involucrados en esa práctica, lo que mucha gente no entiende.
El sumiso desea su placer, evidentemente, pero sobre todas las cosas desea el placer del Ama. Que Ella sea libre de interactuar con el cuerpo y con la mente del sumiso y sienta deseos de doblegarlo. Como sienta Ella que lo haga es algo ya muy personal de la Dómina. Mucho de este deseo del Ama se consigue con juegos de humillación con los acuerdos previamente estipulados al respecto.
Puesto que ya he dicho que es algo que llevo haciendo desde mi juventud es evidente que para mí es una práctica importante. Forma parte de mi sexualidad, así que si lo hago es para mi placer, porque me gusta mental y físicamente. No sólo con sumisos sino también con sumisas. Lo hago porque me gusta simplemente. ¿Por qué recalco esto? Porque si lo llevo haciendo desde hace años no se debe a ningún tema de ir en contra de ninguna cultura patriarcal, ahora tan de moda, ni adopto actitudes viriles, ni me sentí jamás una marimacho. ¿Que el Falo es un símbolo de Poder? Por supuesto. Si no ¿por qué desde tiempos inmemoriales existen estatuas, tanto protectoras como de fertilización que forman parte de culturas tan lejanas como las orientales o las occidentales de la Antigüedad? No podemos dejar que nuestra percepción de la realidad actual nos condicione el respeto debido a otras culturas y otros pueblos o períodos históricos. No podemos negar lo que pertenece al inconsciente colectivo por mucho que deseemos cambiarlo.
Cuando estoy alzada sobre mis altos tacones, con mis medias puestas y me veo en el espejo con el strapon me siento tremendamente poderosa. La actitud, el gesto, el verme con ese dildo sabiendo para lo que lo voy a emplear: para dar placer y quitarlo, me hace sentir con mucho poder. ¿Cómo no me voy a sentir poderosa si llevo esa «arma» con ese potencial tan excepcional de dar placer y la llevo puesta? Ah, y no. No me siento incompleta ni siento que me masculinice. Soy muy femenina.¿Que otras mujeres no se sienten así y no les gusta esta práctica? Lo respeto, por supuesto, como todo lo que se realice dentro de una sexualidad y un vínculo consensuado y libre.
Justo cuando estaba escribiendo esta entrada me comentaba por chat un sumiso que casualmente me hizo referencia a la entrada anterior del strapon que a él no le gustaba nada esa práctica. Indagué un poco porque cuando un sumiso dice algo así es que no ha tenido buena experiencia anterior. Así era. Es muy importante que el Ama tenga el conocimiento no sólo a la hora de saber que debe usar guantes y lubricantes y tener algunos someros conocimientos anatómicos para saber localizar la próstata, sino debe saber cómo hacer que el sumiso inexperto o que haya tenido alguna mala experiencia sea capaz de cederse y hacerle disfrutar. Hay situaciones en que al sumiso le va a pesar su bagaje, sus prejuicios, su educación. Charlar y relajarlo en los previos y en el aftercare es fundamental para que se sienta receptivo, tranquilo y confiado.
Aunque nunca hayan fantaseado con ser penetrados analmente, aunque tengan reservas de si se volverán homosexuales si les gusta, que tengan miedo al dolor o miedo a que les guste demasiado o que no lo puedan soportar. Todo este tipo de cosas debe ser hablado. Cuando den con un Ama competente, que disfrute con esa práctica y sepa hacerla, que ellos sientan el deseo de Ella, entregarse de esa forma es para ellos una sensación muy potente. Como añade sísifo, otro sumiso, al preguntarle sobre el pegging: En primer lugar siento deseo, me gusta, me excita y me reafirma como sumiso. Es una de las expresiones máximas de poder de una Ama. El strapon (junto con la lluvia) suele ser para mí uno de los momentos culmen de una sesión. En segundo lugar, en la práctica, con las dificultades de la práctica, también puede llevar a momentos de sonrisas.
Nos quedamos con esa sonrisa.
Describes perfectamente la situaciòn.
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Es muy refrescante leer a una mujer que se siente de lo mas femenina penetrando con un arnés, femenina y poderosa. Que lástima que no abunde -o no lo parece- esta actitud, debido a prejuicios patriarcales tanto de hombres como de mujeres.
A los tíos que nos va esto nos falta valentía para admitirlo y recomendarlo, así que lo disfrutamos en secreto. Eso si, el diablo está en los detalles y no lubricar bien puede arruinar toda la experiencia, jeje.
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Por supuesto. Gracias por tu comentario
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Hola nuevamente y encantados de compartir otra opinión más sobre prácticas femdom y sobre todo el análisis siempre de la condición de sumiso y de Ama que permite desmitificar dichas condiciones en una sociedad muy tradicional en cuanto a roles en la pareja.
Daremos nuestra opinión desde dos puntos de vista: Ama y sumiso.
Hola soy Señora. Para mi la penetracion anal de mi sumiso no ha supuesto nunca una pérdida de mi feminidad sino todo lo contrario. Me ha reafirmado en ella, me ha supuesto conocer una forma de placer mental maximo que después me ha aportado ese placer físico tan maravilloso y deseado. Cuando lo dispongo todo para penetrarle me regocijo en hacerle sentir su condición de sumiso, “de que me pertenece”, de que ha de complacerme por encima de todo y de su placer propio ( que es siempre secundario tanto para él como para mi). Sentir su entrega y su obediencia hacia mí es algo muy excitante. Muy importantes son esos momentos previos en los que con mis palabras y la adopción de determinadas posturas hacen que cuando llega el momento de la penetracion todo sea placentero por demás ( su adoración de mi falo como una parte más de mi es algo maravilloso).
Como siempre diré que a todo se llega hablando ambos, comunicándose, sincerándose y lo principal, teniendo ambos muy presente que mis deseos han de ser siempre los suyos y que satisfacerlos es su obligación. Ya he dicho en otra ocasión que los límites existen pero para el Ama, su obligación es hacer que vayan desapareciendo en su sumiso para acrecentar su condición de dominante y el sumiso ha de saber que puede expresar sus límites pero que Ella los va a ir haciendo que desaparezcan, siempre que no sean límites del Ama.
Para mi no es un placer fisico sino psíquico al sentir mi poder sobre el, al saberme muy poderosa invadiendo su cuerpo por deseo exclusivamente mío.
Hola soy jm: como sumiso y esclavo de mi Señora la penetracion anal supone la máxima entrega a mi Ama. Es entregar mi cuerpo y mente a Ella para ser usado para su placer. Ese placer que obtengo al ser penetrado por Ella es inicialmente psíquico ( pienso en mi entrega, en su placer, en permitir que disponga de mi a su antojo con una confianza ciega en Ella), para después pasar a ser un placer físico que Ella se encarga de suprimir a su antojo haciéndome ser más suyo, obediente y feliz. El verla con sus strapon arrodillado a sus pies me hace sentirme más de su propiedad y a Ella más poderosa, y eso me proporciona un placer que con mi obediencia pretendo transmitírselo.
Por último señalar que mi virilidad y mi condición de hombre en ningún momento se ha visto menoscabada ni disminuida, todo lo contrario. Por ello quiero resaltar que ser sumiso no es ser un “calzonazos”, un ser sin personalidad, alguien sin criterio. No nos confundamos.
Somos una pareja en la que la felicidad la obtenemos de múltiples formas y con esta práctica también la alcanzamos de una forma plena.
Señora y jm{SEÑORA}
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Gracias, nuevamente, por esta respuesta tan completa desde ambos puntos de vista. Creo que es necesario contar cada una de las visiones que tenemos para el que se acerque entienda cómo lo vivimos desde el respeto de las distintas opciones y que son elecciones voluntarias de vida, movidas desde nuestra sexualidad.
Me ha interesado lo del «calzonazos», madre mía. ¡Creo que debo escribir al respecto! Porque ser sumiso no implica para nada eso, ¡vaya carácter se gastan algunos! jaaaaaajjajaa Un saludo y sois siempre muy amables por facilitarme este rato de buena lectura con vuestros comentarios. ScheherezadeDom
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Perfecta armonía.
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Efectivamente,que me guste esta practica esta muy lejos de suponer una renuncia a mi masculinidad;igualmente,no concibo que un Ama se vea menos femenina con un strap,al contrario,personalmente necesito sentir especialmente ese aspecto de la mujer para poder aceptar la introducción de esa prolongación de su cuerpo en el mio
Saludos
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Gracias por tu comentario
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Muy buen articulo, Señora.
Lo cierto es que no se puede explicar mejor. Me he sentido totalmente identificado y, la verdad, para alguien iniciado que aún sólo ha logrado fantasear con estas prácticas es excitante descubrir lo que se esconde al otro lado, dentro del cerebro y las pasiones de la Dómina.
Gracias por abrirse así y permitirnos descubrirla y descubrirnos.
Suyo,
a.
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Me alegra que te haya gustado. Un saludo
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Yo le regalé un arnés a mí novia y se puso muy contenta. Ella siempre quiso probar el cambio de roles, pero ningún hombre con el que había estado le había permitido siquiera meter un dedo, dijo. Imaginen cuánto gozó esa noche mi culito. Ufff… De solo recordarlo se me pone dura.
La verdad, cuando yo soy quien la penetra soy muy dominante y me encanta, pero con el cambio de roles me transformo. Soy 100 % hetero, pero amo cuando me da fuerte y me hace gritar, cunado me tira del pelo y me dice «putito», cunado me nalguea o cuando me masturba y me besa el cuello mientras me da.
Una de las mejores experiencias sexuales de mí vida. La recomiendo mucho y lo dejen que los prejuicios les impida probar.
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